Presuntos pandilleros matan a sacerdote en El Salvador
SAN SALVADOR (AP) — Un sacerdote fue asesinado por presuntos pandilleros en un pequeño municipio del occidente de El Salvador, informaron las autoridades el sábado.
El clérigo Cecilio Pérez Cruz fue atacado a balazos por presuntos integrantes de la Mara Salvatrucha (MS 13) la noche del viernes mientras dormía en su habitación en la parroquia San José La Majada, del municipio de Juayúa, a 74 kilómetros al oeste de la capital, en el departamento de Sonsonate _fronterizo con Guatemala.
Los feligreses que participarían en una actividad de la parroquia encontraron el cuerpo del sacerdote y una nota que los criminales dejaron en el lugar en la que se lee “No pagó la renta, MS 13”.
Monseñor Constantino Barrera, obispo de la diócesis de Sonsonate y quien confirmó el asesinato, dijo a los periodistas que Pérez “fue encontrado muerto en su habitación y al parecer tiene tres disparos en su cuerpo”.
“Este es un asesinato que viene a golpear a la diócesis, a los hermanos sacerdotes, a la familia del padre y también al país porque este es un golpe de la realidad delincuencial que impera en muchos espacios de El Salvador”, agregó Barrera.
El sacerdote Edwin Baños se unió a la condena por este nuevo crimen atribuido a las pandillas y publicó en su cuenta oficial de Twitter: “Han asesinado al Padre Cecilio Pérez, de la Diócesis de Sonsonate. Corre la sangre de inocentes, es un sacerdote, un sacrilegio. ¡Dios mío! ¡Hasta cuando! Pedimos a las autoridades investiguen y se haga justicia. #LutoEnElClero”.
En marzo de 2018, cuando se dirigía a oficiar misa en una pequeña parroquia del oriente del país, presuntos pandilleros acribillaron a tiros a sacerdote Walter Osmir Vásquez Jiménez. El crimen sigue sin ser escalecido.
El Salvador, uno de los países más violentos del mundo, cerró el año 2018 con 3.340 asesinatos, un promedio de 50,3 muertes violentas por cada 100.000 habitantes _el equivalente a 9,2 por día.
Según las autoridades de seguridad pública, las maras o pandillas integradas por unos 70.000 jóvenes y adultos se encuentran en barrios y comunidades populosas y están involucradas en el narcotráfico, la extorsión y el crimen organizado.
El gobierno de Estados Unidos incluyó a la Mara Salvatrucha en su lista de organizaciones criminales internacionales en 2012.