Michel Temer se entrega a las autoridades brasileñas
RÍO DE JANEIRO (AP) — El expresidente brasileño Michel Temer fue detenido el jueves por segunda vez por cargos de corrupción, parte de una pesquisa de sobornos en la que se han visto involucrados destacados políticos y empresarios del país.
Temer, de 78 años, se encontraba en la sede de la policía federal en Sao Paulo, pero de momento no estaba claro si pasaría allí la noche. La decisión deberá tomarla un juez.
Un juez federal ordenó el miércoles que el exmandatario regresara a la cárcel mientras es investigado en varios casos de presunta corrupción relacionados con la “Operación Autolavado”, una amplia pesquisa que ha sacudido a la nación más grande de Latinoamérica.
De acuerdo con los fiscales, la constructora Engevix pagó a Temer sobornos a cambio de un contrato para construir una planta de energía nuclear en la ciudad de Angra dos Reis, en el sur del estado de Río de Janeiro.
Según los fiscales, un ejecutivo de Engevix aceptó haber pagado más de 300.000 dólares en 2014 a una compañía que era propiedad de un socio cercano de Temer, el coronel Joao Baptista Lima Filho. Las autoridades también emitieron una orden de arresto para este último.
Temer fue detenido en marzo por primera vez, pero cinco días después fue puesto en libertad por un juez que argumentó que el exmandatario no representaba un riesgo a la investigación en curso.
El abogado del expresidente, Eduardo Carnelos, ha criticado la decisión más reciente del tribunal, diciendo que la detención de Temer es una “injusticia” y que carece de “fundamento”.
La “Operación Autolavado”, lanzada en 2014, reveló complejos sistemas de corrupción relacionados con el lavado de dinero y sobornos entre la élite política de Brasil.
El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva fue uno de los políticos que se vio implicado y actualmente cumple una sentencia de ocho años y 10 meses en prisión. Fue presidente del país de 2003 a 2010.
Temer asumió la presidencia en 2016 luego de que la entonces mandataria Dilma Rousseff fue destituida por una presunta malversación de las finanzas federales.
Durante el mandato de Temer los fiscales lo acusaron de corrupción en tres ocasiones. Pero la cámara baja del Congreso nunca dio su consentimiento a retirarle la inmunidad para que fuera enjuiciado, la cual tienen todos los presidentes en funciones de Brasil.
Su inmunidad terminó cuando dejó el cargo el 1 de enero.