Gurú de autoayuda acusado de esclavitud sexual
NUEVA YORK (AP) — Les decían “garantías”. Fotos desnudas y otros materiales comprometedores que las mujeres de un grupo de autoayuda de Nueva York debían entregar a sus “amos” para asegurar su obediencia, su silencio y su disponibilidad sexual para el líder de la organización, Keith Raniere.
Ahora, algunas de las ex integrantes del grupo, llamado NXIVM, están dispuestas a romper su silencio por primera vez y declarar en contra de Raniere, quien ha sido comparado en los líderes de cultos y que será juzgado a partir del martes en Brooklyn.
Entre las denuncias más sensacionales está la de que algunas “esclavas” de una hermandad secreta de NXIVM fueron marcadas con las iniciales de Raniere como parte de su admisión. Otras fueron amenazadas con la difusión de las “garantías” si se negaban a acostarse con él.
Los fiscales no han dicho quiénes declararán sobre la hermandad, llamada DOS, acrónimo de una frase del latín que quiere decir “amo de mujeres obedientes”. Se especula que podrían hacerlo ex integrantes del círculo íntimo de Raniere, incluidas la actriz de televisión Allison Mack y Lauren Salzman, hija de un alto ejecutivo de la organización.
El juez de distrito Nicholas Garaufis debe decidir si admite el pedido de los fiscales de usar solo los primeros nombres o apodos de las víctimas para evitarles situaciones incómodas y un posible hostigamiento.
Raniere, de 58 años, se declaró inocente de todos los cargos, incluido el de tráfico sexual.
El hombre era conocido como “Vanguard” por sus devotos en Estados Unidos y México.
Material promocional del NXIVM, que ya no existe, aludía a él como un “científico, matemático, filósofo, emprendedor, educador, inventor y autor” que “dedicó su vida al desarrollo de nuevas herramientas para el desarrollo, la expresión y la ética humana”.
El año pasado, cuando el diario New York Times destapó lo que sucedía y dijo que investigadores estaban entrevistando a algunas mujeres que se habían alejado de DOS, Raniere se escapó a México. Fue pillado en una lujosa mansión de Puerto Vallarta, junto con Mack y otras mujeres, y entregado a Estados Unidos.
Mack, más conocida por su papel como amiga de un joven Superman en la serie “Smallville”, también fue acusada, junto con Clare Bronfam, heredera de la fortuna de Seagram que financió las actividades de NXIVM. Salzman y otras dos personas fueron también imputadas.
Después de que a la causa de Raniere se le agregó el cargo de explotación de menores a partir de pruebas de que había mantenido relaciones sexuales con una niña de 15 años, todos los demás imputados se declararon culpables.
Salzman admitió haber retenido a una mujer mexicana como rehén en una residencia del estado de Nueva York por más de dos años bajo la amenaza de hacerla deportar “si no completaba las tareas encargadas por mí y por los demás”.
En su audiencia, Mack admitió entre llantos haber reunido “garantías” de las mujeres y lamentó haberse involucrado con Raniere. Ello representó un giro radical respecto a lo que le dijo al New York Times, que le parecía que la servidumbre de las mujeres y su disposición a ser marcadas eran actos de devoción.
Las autoridades dijeron que las “marcas” eran hechas usando un cauterizador sin anestesia. Las hacía un médico que está siendo investigado.
Ocho mujeres se negaron a responder preguntas, afirmando que “las marcas fueron una manifestación libre y voluntaria de creencias personales”. Sus abogados afirman que nunca fueron víctimas de abusos.
Describen a sus clientas como “adultos independientes, inteligentes y curiosos” que buscaban “felicidad, plenitud y un significado” para la vida.
Pero cantidades de ex miembros de NXIVM y de detractores dicen que las charlas de autoayuda eran un mecanismo para lavar cerebros que destruyó muchas vidas.
Entre las detractoras del grupo figura la actriz Catherine Oxenberg, famosa por la serie “Dynasty”, cuya hija fue miembro de NXIVM y alguna vez fue marcada en lo que consideró en su momento un mecanismo para hacerla fuerte.
Eso “me destrozó el corazón”, expresó Oxenberg hace poco en una conferencia sobre el tema. Cuando lo escuchó de boca de su hija, “sabía que la había perdido”.