Talibanes acercan posturas en diálogo con EEUU
ISLAMABAD (AP) — Las diferencias entre los talibanes y Estados Unidos sobre el calendario para la retirada de sus tropas de Afganistán se estaban reduciendo en las conversaciones con el enviado de paz de Washington, dijeron los talibanes el sábado. Las dos partes se reúnen en Qatar, donde el movimiento insurgente tiene una oficina política.
En un mensaje de voz enviado a The Associated Press, Suhail Shaheen, el vocero de la milicia en Doha, señaló que ambas partes presentaron nuevas propuestas para la retirada de los soldados estadounidenses y de la OTAN. Este podría ser un importante primer paso hacia un acuerdo para poner fin a una guerra que dura casi 18 años y es la más larga librada nunca por Estados Unidos.
"Hay propuestas para reducir la brecha entre las dos partes, pero (aún) se necesita negociación para alcanzar un acuerdo final”, explicó en un comunicado en inglés.
Otros funcionarios talibanes próximos a las negociaciones contaron antes a la AP que Estados Unidos pedía un año y medio para retirar a los 14.000 soldados que se estima tiene movilizados en Afganistán, mientras que los talibanes querían que la operación se completase en seis meses. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios.
Por el momento se desconoce cuáles son las nuevas propuestas.
El diálogo entre Estados Unidos y los talibanes, que comenzó el año pasado con el nombramiento de Zalmay Khalilzad como enviado de paz de Washington, se ha centrado en los plazos para la salida de los efectivos estadounidenses, y en las garantías de los radicales para que el país no se utilice como banco de pruebas para ataques terroristas en todo el mundo. Estados Unidos quiere también que los talibanes se comprometan a no albergar a terroristas y a luchar contra la filial del grupo extremista Estado Islámico que se ha asentado en su mayoría en el este de la nación.
Los talibanes han atacado públicamente al grupo, conocido como Estado Islámico en la provincia de Khorasan, y libró duros combates contra sus seguidores, sobre todo en la provincia oriental de Nangarhar y en el norte, donde otra escisión de EI, el Movimiento Islámico de Uzbekistán, reclutó a la mayoría de sus seguidores en el país.
Sin embargo, los talibanes se niegan a abandonar su lucha hasta que se consume la salida de los soldados extranjeros y siguen atacando al asediado ejército afgano provocando un enorme número de bajas.