Los recortes automáticos de gastos unen a Pelosi y McConnell
WASHINGTON (AP) — Nancy Pelosi y Mitch McConnell comparten algunos objetivos legislativos, en una capital plagada de disfunciones y hostilidad partidista.
La presidenta de la Cámara de Representantes y el principal republicano en el Senado son rivales con algunos intereses en común.
Uno de esos intereses es resolver el problema de los recortes automáticos de gastos, el legado de colapso presupuestal de hace ocho años. Los dos poderosos políticos están viendo si se puede llegar a un acuerdo.
Están en juego decenas de miles de millones de dólares para programas militares y domésticos, dinero que reúne a un amplio espectro de legisladores, incluidos pragmáticos que esperan que el Congreso cumpla con su deber.
Hay mucho tiempo para llegar a un acuerdo, pero un fracaso podría generar un recorte al gasto de 125.000 millones de dólares el próximo año, una caída del 10% respecto a los niveles actuales. El triste trasfondo es el reciente cierre parcial del gobierno, algo que nadie quiere repetir.
McConnell, republicano de Kentucky, y Pelosi, demócrata de California, han participado en numerosos acuerdos presupuestarios bipartidistas, y su apoyo mutuo es un ingrediente esencial para cualquier pacto.
El presidente Donald Trump no está entusiasmado con el esfuerzo. Su presupuesto propone un aumento en el gasto de defensa a 750.000 millones de dólares, pero mantendría los recortes a las agencias nacionales y la ayuda externa en vigor, aunque esa era una fórmula imposible de sostener incluso antes de que los demócratas volvieran a tomar el control de la Cámara de Representantes.
Fuerzas dentro de la Casa Blanca de Trump también parecen opuestas, al menos a la clase de acuerdos bipartidistas que se pueden dar por todo el sistema. Tres acuerdos anteriores le han negado a Trump el dinero que exigió para construir un muro fronterizo entre México y Estados Unidos y los ha firmado a regañadientes.
La Casa Blanca parece estar más interesada en una acción legislativa rápida para aumentar el límite de endeudamiento del gobierno, que debe aprobarse para evitar el incumplimiento de sus obligaciones. Al equipo de Trump le preocupa que casarse con los dos problemas pueda resultar demasiado tóxico para los aliados del Partido Republicano en el Capitolio.
McConnell insiste en que él y Pelosi pueden cumplir como lo han hecho en el pasado, y ambos tienen largo historial en las poderosas comisiones de asignaciones presupuestarias de ambas cámaras, por ser durante años los principales negociadores de la ley de ayuda externa anual. Pero el partidismo de Washington y los enfrentamientos por las investigaciones de los demócratas sobre Trump no están ayudando, y la imprevisibilidad del mandatario podría descarrilar las cosas en cualquier momento.