La venta de entradas: la faceta olímpica menos comprendida
TOKIO (AP) — Es hora de comprar boletos para los Juegos Olímpicos, quizás la faceta menos comprendida de las justas.
"El tiempo vuela”, dijo Kosuke Kitajima, el nadador japonés con cuatro medallas olímpicas de oro en su palmarés. “Es como si que los Juegos de Río fueron ayer”.
Kitajima, quien recientemente se retiró, participó el jueves en el lanzamiento del portal de compra de entradas de los Juegos de Tokio, en el que solo residentes en Japón podrán adquirir los boletos cuando sean puestas a la venta en el país anfitrión el 9 de mayo.
También se podrá tener acceso al cibersitio en inglés desde fuera de Japón, con una lista de los precios para todo el calendario de competencias.
Pero la venta es exclusiva para residentes de Japón.
Para adquirir los boletos, todo individuo tendrá que ponerse en contacto con “revendedores autorizados”, los cuales estarán disponibles en la mayoría de país. No podrán empezar la venta de entradas hasta el 15 de junio y también serán incluidos en el menú del portal.
La compra en el país anfitrión — Japón en esta ocasión — es un proceso simple y con precios estipulados. Pero el que compre fuera de Japón deberá ser cuidadoso. Deberán pagar más; en algunos casos muchísimo más.
Bajo el reglamento olímpico, los revendedores son seleccionados por el comité olímpico nacional. Por ejemplo, el revendedor en Estados Unidos es CoSport, también responsable de las ventas en Australia, Jordania y varios países europeos. Los revendedores podrán aumentar el precio en un 20%, lo que se denomina como “cargo por servicio”.
Sin embargo, mucho de los boletos más codiciados son ofrecidos por los revendedores como parte de paquetes con hoteles de lujo y otros beneficios, y el precio puede exceder el 20%. Son paquetes dirigidos a los ricos, paquetes de hospitalidad y corporaciones, los cuales no ponen peros al precio. Los revendedores también se exponen a quedarse con boletos que no pudieron vender.
CoSport, una división de Jet Set Sports con sede en Far Hill, Nueva Jersey, fue blanco de críticas en Río 2016. No solo los compradores tenían que aceptar el precio más caro, sino que fueron penalizados con las fluctuaciones de la tasa de cambio del momento en Brasil. Eso no fue culpa de CoSport, pero provocó que los precios subieran un 50% adicionales para los interesados fuera de Brasil.
Hidenori Suzuki, el director ejecutivo de la operación de venta de entradas de Tokio, dijo que los organizadores tratarán de supervisar más lo que hacen los revendedores autorizados.
Tokio 2020 tiene previsto iniciar la venta global de boletos en la primavera de 2020, lo que significa que cualquier boleto que no fue vendido podrá ser comprado con el precio que se estableció en Japón. En Río de Janeiro, muchos de los boletos más codiciados seguían disponibles al acercarse la fecha de los Juegos, y varios de las entradas para las competencias más destacadas volvieron a ofrecerse al público tras ser vendidas pero sin hacerse efectivo el pago.
Tokio calcula que tendrá 7,8 millones disponibles para la venta, entre 20 y 30% que se ofrecerán fuera de Japón. Los organizadores estiman que la venta de entradas podría generar ingresos de 800 millones de dólares, una cifra importante para el presupuesto operativo de 5.600 millones de dólares, cofinanciado con fondos privados.
La ceremonia de apertura será el 24 de julio y tendrá los boletos más caros— 300.000 yenes (2.680 dólares).
El boleto más caro de la final de los 100 metros masculinos costará 130.000 yenes (1.160 dólares), mientras que la final del básquetbol masculino valdrá 108.000 yenes (970 dólares).
Según la organización, el 50% de las entradas se venderán por 8.000 yenes (70 dólares) o menos. El boleto más barato costará 2.500 yenes (22 dólares).