NY: Tras muertes en construcción, hispanos piden ayuda
NUEVA YORK (AP) — Tras la muerte de tres trabajadores de la construcción hispanos en la última semana, inmigrantes y activistas denunciaron el miércoles las dificultades que tienen para cumplir con nuevos requisitos en seguridad que la ciudad de Nueva York impone para trabajar en puestos de construcción.
Inmigrantes hispanos y varios grupos que los ayudan aseguraron durante una conferencia de prensa frente a la alcaldía que los trabajadores no pueden pagar el costoso curso de 30 horas de entrenamiento en seguridad que una nueva ley local exige se debe completar antes del 1 de junio. Las organizaciones que lo ofrecen gratuitamente dicen que carecen de suficientes fondos para entrenar a la enorme cantidad de trabajadores y trabajadoras que solicitan el curso antes de que llegue la fecha límite.
“Sólo tengo la acreditación de 10 horas, pero necesito la de 30 horas y queda poco tiempo”, dijo Guadalupe Vaca, un mexicano de 44 años que hace dos que trabaja en construcción. “Dicen que no darán trabajo si no tienes la de 30”.
Los activistas pidieron que se postergue la fecha límite del 1 de junio para que haya tiempo de entrenar a todo el mundo ya que algún grupo aseguró que mantiene listas de espera de hasta 800 trabajadores y trabajadoras de la construcción que solicitaron tomar el curso. También pidieron a la ciudad que los contratistas sean los que paguen el entrenamiento y que esa responsabilidad no recaiga en los trabajadores, muchos de los cuales cuentan con un estatus migratorio irrregular.
Según las últimas cifras oficiales, 20 trabajadores de la construcción murieron en el 2017 en Nueva York, en su mayoría inmigrantes. En la última semana tres hispanos, Gregory Echevarría, de 34 años, Nelson Salinas, de 51 y Erik Mendoza de 23, fallecieron mientras trabajaban en distintas partes de la ciudad. Echevarría, quien murió el sábado, falleció después de que el contrapeso de una grúa se le cayera encima.
Funcionarios en Nueva York, una de las ciudades con algunos de los rascacielos más altos del mundo, impusieron nuevas normas de seguridad para frenar el número de muertes en el sector de la construcción, pero críticos denuncian que éstas discriminan a trabajadores de pocos recursos que no están sindicalizados. El curso de 30 horas es una de las primeras fases a cumplir dentro de la nueva normativa.
Portavoces del Consejo Municipal de Nueva York no respondieron de forma inmediata la solicitud de The Associated Press pidiendo una reacción a la demanda del miércoles de los trabajadores.
Sergio Ajche, un guatemalteco de 35 años, dijo que muchos trabajadores y trabajadoras de la construcción laboran sin estar capacitados y muchos son despedidos si no tienen la acreditación del curso.
“¿Cuántos trabajadores más tienen que morir para que esta ciudad tome acción contra estos contratistas criminales?”, preguntó el inmigrante, quien lleva más de una década trabajando en construcción. “¿Cuántos trabajadores más tienen que morir para hacer que los contratistas se hagan responsables de no sólo pagarnos el entrenamiento, pero también de ofrecernos un lugar libre de peligros?”
Nueva York está viendo un número cada vez mayor de mujeres inmigrantes que entran al sector de la construcción.
Nilsia Ceballos, una panameña de 45 años que hace carpintería, demolición y pintura en puestos de construcción, es voluntaria también en un grupo de ayuda a trabajadores llamado Proyecto de Justicia Laboral. El grupo imparte el curso de 30 horas.
“No tenemos fondos para cubrir la clase”, señaló. “Y hay demasiada gente sin certificación”.
El lunes el alcalde de Nueva York Bill de Blasio tuiteó que se han iniciado inspecciones de 5.000 puestos de construcción para asegurar que los trabajadores operan en ambientes seguros.
“No hay ningún puesto de construcción que merezca una vida e incluso una sola muerte son demasiadas”, escribió.
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Claudia Torrens está en Twitter como http://www.twitter.com/Claudia Torrens