Obispo Báez pide a nicaragüenses “luchar por la libertad”
MANAGUA (AP) — El obispo auxiliar de Managua, abierto crítico del gobierno del presidente Daniel Ortega, exhortó el domingo a los nicaragüenses a “luchar por la libertad” en un mensaje final antes de ser transferido a Roma a solicitud del papa Francisco.
Silvio Báez comparó las pruebas que atravesó Jesucristo con la lucha de los grupos opositores en Nicaragua.
“Nosotros no podemos olvidar ni ser indiferentes ante las víctimas crucificadas de hoy, los presos políticos, los exiliados, los que todavía se ocultan temerosos, las madres que lloran a quienes fueron asesinados por la represión”, dijo en medio de aplausos en una parroquia del sureste de la capital.
Al menos 325 personas han sido asesinadas durante los enfrentamientos entre civiles y fuerzas gubernamentales en Nicaragua durante el último año, mientras que más de 52.000 han huido del país, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Los detractores de Ortega han dicho que al menos 640 personas han sido detenidas por motivos políticos después de ser encarceladas durante las protestas en contra del gobierno que estallaron hace un año. Funcionarios de Ortega afirman que la cifra es mucho menor.
Báez, de 60 años, ha recibido múltiples amenazas de muerte durante el último año y sufrió un corte en el brazo después de que él y otros clérigos fueron atacados por una multitud pro-gubernamental en la localidad de Diriamba. Con frecuencia hay drones sobrevolando su residencia, y hombres en motocicletas han ingresado a la zona del estacionamiento. Ha tenido que cambiar su número telefónico cuatro veces debido a las amenazas.
El papa Francisco recientemente le informó a Báez que su presencia es necesaria en Roma, pero no señaló si la decisión estaba relacionada con un supuesto plan para asesinarlo, lo que según Báez el gobierno estadounidense le advirtió hace varios meses. El anuncio de su transferencia indefinida ha causado inquietud entre los opositores a Ortega.
El obispo participó como mediador durante la breve primera ronda de diálogos entre el gobierno y la oposición el año pasado. Ortega, quien invitó a la Iglesia a las conversaciones como mediador, posteriormente criticó a los obispos, acusándolos de planear un golpe de Estado.
Báez no fue invitado a participar durante el intento de una nueva ronda de negociaciones este año. La Iglesia se retiró de la mesa de diálogo el 3 de abril.
El obispo dijo al inicio de la misa dominical que no pidió salir de Nicaragua y que seguirá orando por su pueblo desde el Vaticano.
“Nuestro pueblo es un pueblo crucificado, pero resucitará para ser una sociedad basada en la justicia, donde no sea delito pensar distinto”, señaló. “Dios está de parte de la víctima, no del verdugo”.
Varios de los asistentes a misa ondearon banderas nicaragüenses mientras coreaban su apoyo a Báez.