Ejército sudanés dice que no extraditará al presidente
EL CAIRO (AP) — El ejército sudanés no extraditará al depuesto presidente Omar al-Bashir, sino que lo someterá a juicio en el país, dijo el mando militar el viernes al defender el golpe de Estado con el que destituyó al gobernante.
Tras la destitución de al-Bashir, luego de meses de protestas crecientes contra su régimen, se han multiplicado los llamados a entregarlo a la Corte Penal Internacional para que responda por crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio debido a su mortífera campaña contra los insurgentes de Darfur.
En el conflicto de Darfur, en la primera década del siglo, las milicias respaldadas por el gobierno mataron a 300.000 personas y expulsaron de sus hogares a 2,7 millones.
El jefe del consejo militar que tomó el poder fue el ministro de Defensa, Awad ibn Ouf, miembro veterano del régimen a quien Estados Unidos ha sancionado por su presunto apoyo a esas milicias.
Los manifestantes han rechazado el anuncio de que los militares gobernarán durante dos años y dicen que es la continuidad del régimen de al-Bashir.
Miles desafiaron el toque de queda impuesto por los militares y siguieron sentados frente a la sede del ejército en Jartum, donde prometieron seguir en las calles hasta la creación de un gobierno civil de transición.
Al-Bashir se encontraba preso, dijo a la prensa el coronel general Omar Zein Abedeen, miembro del consejo militar, pero se negó a aclarar dónde se encontraba el expresidente que gobernó durante tres décadas. Confirmó que el vicepresidente, otros altos funcionarios del régimen y socios de al-Bashir también están presos, pero no dio nombres.
Entregar a al-Bashir a juicio "sería una mala etiqueta para Sudán... ni siquiera extraditamos a rebeldes que portan armas", dijo Zein Abedeen, el encargado del diálogo con los partidos políticos.
Dejó abierta la posibilidad de que un futuro gobierno civil extradite a al-Bashir a la corte con sede en La Haya, Holanda.
En una conferencia de prensa transmitida en vivo por la TV estatal y flanqueado por militares uniformados, Zein Abedeen aseguró que el ejército no pretende detentar el poder por mucho tiempo. Dijo que los dos años eran el plazo máximo y que podría ser menor.
"Esto no fue un golpe de Estado" sino una "herramienta para el cambio", dijo el oficial. "Vinimos... para guiar el país hacia adelante".
Sin embargo, los organizadores de las protestas rechazaron las declaraciones militares, que calificaron de "engaño y farsa".
La Asociación de Profesionales Sudaneses, que encabezó los cuatro meses de manifestaciones contra al-Bashir, dijo que los "líderes del golpe... no están capacitados para traer cambios" y reiteró el reclamo de la "entrega inmediata del poder a un gobierno civil de transición".
Tras el arresto de al-Bashir, las fuerzas armadas suspendieron la constitución, disolvieron el gobierno, impusieron el toque de queda nocturno y declararon el estado de emergencia por tres meses. Esto ha generado el temor de que disuelva por la fuerza la enorme manifestación frente a su cuartel, lo que provocaría más violencia.