Corte permite regresar a México a los solicitantes de asilo
SAN DIEGO (AP) — Una corte federal de apelaciones bloqueó el viernes de manera temporal la orden de un juez que le habría impedido al gobierno del presidente Donald Trump devolver a México a los solicitantes de asilo en lo que se resuelven sus casos en los tribunales de inmigración.
El panel de tres magistrados de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito estableció un plazo que vence el martes para que los grupos defensores de los derechos cívicos presenten sus argumentos de por qué la orden que bloquea al gobierno de Trump debería entrar en vigor, y al gobierno le dio hasta el miércoles como plazo para que argumente por qué la política debería continuar.
El juez Richard Seeborg en San Francisco falló el lunes en favor de detener la devolución de los migrantes en lo que se resuelve la demanda de los grupos que impugna la medida. Dijo que la política viola la ley al no tomar en cuenta los peligros que los migrantes enfrentan en México.
El gobierno dice que la orden de Seeborg está equivocada y pone en riesgo al público durante la crisis humanitaria que se vive en la frontera sur. Desea que el Noveno Circuito mantenga vigente la política mientras se resuelve la demanda, algo que se prevé demore meses e incluso años.
Abogados especializados en inmigración argumentaron que la política está poniendo en riesgo la vida de los solicitantes de asilo al obligarlos a esperar en México, un país azotado por la violencia, e indicaron que el fallo de Seeborg ya estaba teniendo efecto.
Desde que el juez emitió su orden, las autoridades de inmigración dejaron de devolver a los solicitantes de asilo al sur de la frontera luego de que asistieron a sus audiencias en Estados Unidos, señalaron los abogados.
“No he oído de nadie que haya sido regresado desde que el juez emitió su orden el lunes”, afirmó Judy Rabinovitz, abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles.
Posteriormente añadió que tiene esperanzas de que a la larga se aplique el fallo de Seeborg.
Esa orden representó una derrota más a los intentos de Trump de alterar radicalmente las políticas migratorias de Estados Unidos. Usualmente las familias que solicitan asilo son puestas en libertad en el país y reciben citatorios para que se presenten en la corte.
La nueva política comenzó a aplicarse en enero en el cruce fronterizo de San Diego, el de mayor tránsito en Estados Unidos, y el gobierno estaba empezando a ampliarla.
En una audiencia realizada el miércoles en El Paso, Texas, Nicolas Palazzo, abogado del grupo activista Las Americas Immigrant Advocacy Center, le dijo a un juez que su cliente salvadoreño tenía miedo de regresar a México. Al hombre se le permitió quedarse en Estados Unidos, un indicio de un cambio en la práctica.
Más de 1.300 personas fueron devueltas a México como parte del programa, indicó el gobierno mexicano.
En una demanda incoada por 11 centroamericanos y grupos de asesoría legal se argumenta que la política pone en riesgo la vida de los solicitantes de asilo al obligarlos a permanecer en México, donde abundan la delincuencia y la violencia relacionada con el narcotráfico.
El gobierno de Trump dice que la política se debe a que la frontera sur se encuentra en una crisis que ha superado la capacidad de las autoridades migratorias para detener a los inmigrantes. Un creciente número de familias están huyendo de la pobreza y de la violencia de las pandillas en Guatemala, Honduras y El Salvador.
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Melley reportó desde Los Ángeles. El periodista de The Associated Press Elliot Spagat en El Paso contribuyó a este despacho.