Walker hace 43 puntos en probable adiós; Hornets, eliminados
CHARLOTTE, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Ha concluido la temporada de Kemba Walker con los Hornets. Terminó también la campaña de Charlotte, con una eliminación.
Ahora, la pregunta es si el máximo anotador en la historia de la franquicia, tres veces elegido al Juego de Estrellas, volverá a jugar un día con el uniforme de los Hornets.
Walker puede declararse agente libre en julio. Dio pocas pistas sobre si volverá, después de que los Hornets quedaron fuera de los playoffs el miércoles, al caer por 122-114 ante el Magic de Orlando, en la última noche de la temporada regular.
“No estoy seguro”, comentó. “Tengo mucho tiempo antes de comenzar siquiera a pensar sobre eso. Mi agente, mi familia y yo discutiremos eso cuando llegue el momento propicio”.
Walker anotó 43 puntos en lo que pudo haber sido su último encuentro con los Hornets.
Terrence Ross anotó 35 puntos, su mayor cifra de la temporada, Aaron Gordon añadió 27 y el Magic aseguró el séptimo puesto de la Conferencia del Este para los playoffs. En consecuencia, enfrentará a los Raptors de Toronto en la primera ronda.
Los Hornets comenzaron la noche necesitados de un triunfo y de que Detroit cayera ante los Knicks de Nueva York, para obtener el último pasaje disponible a la postemporada en el Este.
Pero salvo por los buenos disparos de Walker, nada le salió bien a Charlotte.
Los Knicks, el peor equipo de la NBA, no dieron mucha pelea y cayeron por 26 puntos frente a los Pistons. Charlotte vio cortada su racha de cuatro victorias consecutivas.
Y el verdugo fue el Magic, liderado por Steve Clifford, exentrenador de los Hornets.
Walker, tres veces elegido al Juego de Estrellas, es agente libre y enfrenta un futuro incierto, tras ocho temporadas con la franquicia.
Si ésta fue efectivamente su última actuación con los Hornets, los fanáticos se quedaron con un buen recuerdo de su último partido. Y seguramente extrañarán al máximo anotador de la franquicia.
Walker atinó 16 de 25 disparos de campo y repartió cinco asistencias. El público se puso de pie para despedirlo y el entrenador James Borrego lo abrazó al salir de la cancha, con 1:06 minutos por jugar.
“Amo a ese chico”, dijo Borrego. “Me inspira, me encanta dirigirlo y estoy ansioso por seguirlo dirigiendo en los años por venir”.