Extremistas dejaron explosivos en su último bastión en Siria
BAGUZ, Siria (AP) Combatientes sirios respaldados por Estados Unidos retiraban el domingo explosivos en la última zona de Siria arrebatada al Estado Islámico, un día después de declarar la victoria militar sobre los extremistas y el final de su califato.
Un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que lleva el nombre de guerra Mervan el Valiente, dijo que Baguz _el pueblo donde los militantes tomaron su posición final_ está lleno de todo tipo de explosivos. Indicó que los combatientes están despejando el área y detonando minas terrestres y cinturones suicidas que los extremistas dejaron atrás.
Por otra parte, un conductor que trabajaba con reporteros de la televisora NBC News murió el sábado por el estallido de un artefacto explosivo en el este de Siria. La explosión tuvo lugar en una vivienda en Baguz utilizada como puesto de mando por las FDS y como centro de medios por periodistas. Las fuerzas sirias almacenaban municiones en el interior del edificio.
Los empleados de NBC salieron ilesos, explicó el presidente de la cadena, Noah Oppenheim, en un comunicado en el que ofreció sus más sinceras condolencias a la familia y los seres queridos del conductor.
"Seguimos recopilando información de lo ocurrido hoy y estamos en contacto con la familia del conductor para apoyarlos en lo que podamos, manifestó.
Las fuerzas sirias, que están encabezadas por kurdos y cuentan con respaldo estadounidense, declararon su victoria sobre el Estado Islámico el sábado tras expulsar a los insurgentes de su última posición en la localidad luego de semanas de intensos combates.
La victoria anunciada en Baguz marca el final de una devastadora campaña de cinco años por parte de una serie de fuerzas para recuperar los territorios que tenía el Estado Islámico en Siria e Irak. En su apogeo, el grupo conocido también por las siglas ISIS controlaba un califato autoproclamado del tamaño de Gran Bretaña y donde habitaban unas 8 millones de personas. La campaña contra el grupo tuvo un costo asombroso, con barrios y pueblos enteros destruidos en una franja de Siria e Irak.
Se cree que un número desconocido de combatientes y simpatizantes permanecen ocultos y el grupo sigue lanzando ataques en áreas que fueron liberadas hace meses o incluso años. No se sabe si su líder Abu Bakr al-Baghdadi todavía está vivo o dónde podría estar escondido.
"Este es un momento histórico, pero no podemos ser complacientes", tuiteó el mayor general Christopher Ghika, subcomandante de la coalición liderada por Estados Unidos contra el EI.