A los 84 años hace de todo en pista atlética, hasta pértiga
BURLINGTON, Vermont, EE.UU. (AP) Tiene 84 años y por ahora no piensa dejar la pértiga.
Flo Filion Meiler partió el jueves hacia Polonia para participar en el Campeonato Mundial de Atletismo en la categoría Másters, donde competirá en una cantidad de eventos, incluidos salto en largo, 60 metros con vallas, 800 metros lisos, pentatlón y salto con pértiga, disciplina en la que tiene asegurado el título... porque es la única inscrita.
Esta pequeña mujer llena de vitalidad de Shelburne, Vermont, dice que se siente más bien una setentona que alguien que está al borde de los 85.
Me entreno cinco días a la semana. Cuando descubrí que iba a competir en el mundial, empecé a hacerlo seis días. Quiero estar en buena forma, comentó la semana pasada después de una sesión de entrenamiento en la Universidad de Vermont.
En la pértiga no tendrá competencia. No hay otras inscrita en la categoría de 80 a 84 años en la justa a disputarse del 24 al 31 de marzo en Torun, Polonia. Meiler fijó el récord mundial de esa categoría cuando tenía 80 años. En la rama masculina nueve hombres se disputarán el título en esa categoría.
Meiler dice que las pruebas que más le gustan son la de vallas y el salto con pértiga, una de las especialidades más duras del atletismo, en la que el atleta debe elevarse con un palo de fibra de vidrio, tratar de volar por sobre una barra y caer en una colchoneta del otro lado.
Hay que trabajar mucho en eso, manifestó. Debes ser fuerte y medir bien los tiempos. Me encanta porque es un gran desafío.
Meiler está acostumbrada a trabajar duro. Se crió en una granja lechera, donde ayudaba a su padre. Alimentaba el ganado y rastrillaba el heno. En la escuela se destacó en básquetbol, estudió tap y baile de salón, y, al vivir cerca del lago Champlain, hizo esquí acuático.
Trabajó durante 30 años como representante de ventas del suplemento nutritivo Herbalife. Junto con su esposo, piloto militar y luego analista financiero, participaron en pruebas de esquí acuático.
Muchas veces era la única mujer en mi categoría, relató.
Se dedicó al atletismo a una edad avanzada. Tenía 60 años y participaba en un torneo de dobles de tenis con su marido, tratando de clasificarse a los Juegos Senior de Vermont, cuando un amigo le propuso que probase el salto en largo porque necesitaban competidores.
Allí empezó mi carrera en el atletismo, señaló en una sala de su casa en cuyas paredes cuelgan cientos de medallas. Comenzó a saltar con pértiga a los 65.
El atletismo la ayudó a superar momentos difíciles, comentó. Ella y su marido adoptaron tres niños luego de perder dos bebés biológicos prematuros y otro de tres años. Hace dos años falleció uno de sus hijos, de 51 años.
Extraña a su compañera de entrenamientos, una mujer que empezó a tener problemas de salud hace unos cinco años y ya no compite. Cuesta entrenarse sola, asegura, y no pierde la esperanza de encontrar a alguien con quien hacerlo.
Es increíblemente seria en esto, dijo su técnica, Emmaline Berg. Viene temprano para asegurarse que hace un buen calentamiento. Va a su casa y hace estiramientos. Planifica su vida para ser una gran atleta, algo notable a cualquier edad, y ni que hablar a la suya.
Berg dice que empezó a seguirle los pasos a Meiler hace 10 años, cuando estudiaba en el Darmouth College de New Hampshire. Allí la veía en los relevos.
Era una celebridad local, recordó.
El récord de 1,8 metros (seis pies) en pértiga lo fijó en el Campeonato de Atletismo de Adirondack en Albany, Nueva York, mientras su esposo la alentaba y fue uno de los días más felices de su vida.
Gritaba, me sentía dichosa, manifestó.
El récord mundial femenino absoluto de la pértiga es de 5,6 metros (16.6 pies).
Meiler cumplirá 85 años en junio y entrará a otra categoría cuando compita en los Juegos para seniors en Nuevo México.
Los logros de Meiler son notables, algo para festejar, consideró el doctor Michael LaMantia, director del Centro para el Envejecimiento de la Universidad de Vermont.
El salto con pértiga no es para gente de su edad, pero ella es un ejemplo para todos, señaló LaMantia.