El Vaticano manda señales de acercamiento al gobierno chino
CIUDAD DEL VATICANO (AP) El Vaticano dijo que se congratula por la próxima visita a Italia del presidente chino Xi Jinping y envió una nueva ronda de señales de acercamiento, diciendo por ejemplo que la "puerta siempre está abierta" para el diálogo.
Los medios de comunicación italianos conjeturan desde hace días sobre la posibilidad de un encuentro entre Xi y el papa Francisco durante la visita de Xi, del 21 al 24 de marzo, pero no ha habido noticias de ninguna de las partes.
China y la Santa Sede no han tenido relaciones diplomáticas desde hace más de medio siglo.
Cuando se le preguntó el martes sobre la visita de Xi, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, respondió: "Nuestra puerta está siempre abierta".
El Vaticano ha estado trabajando para fortalecer los contactos bilaterales luego del histórico acuerdo provisional de 2018 alcanzado entre Beijing y la Santa Sede sobre las nominaciones de obispos.
Los aproximadamente 12 millones de católicos en China están divididos entre la Asociación Patriótica China-Católica, patrocinada por el gobierno, y los fieles clandestinos que son leales al Vaticano. Los feligreses y prelados de la Iglesia clandestina con frecuencia son acosados y detenidos.
El acuerdo de septiembre buscaba unir a los feligreses, regularizar el estatus de siete obispos que no eran reconocidos por Roma y reducir el distanciamiento que existe desde hace décadas entre China y la Santa Sede.
Sin embargo, algunos creyentes católicos chinos han expresado sus reservas y lo han denunciado como una capitulación al régimen comunista y una traición tras décadas de lealtad al pontífice.
En el prólogo a su nuevo libro sobre las relaciones entre China y el Vaticano _ cuya publicación fue programada intencionalmente para coincidir con la visita de Xi _ Parolin enfatiza que es hora de recordar el pasado y escribir juntos una nuevo capítulo para la Iglesia católica en China.
La Iglesia católica en China no es un ente extranjero, sino una parte integral y activa de la historia china y puede contribuir a la edificación de una sociedad que sea más armoniosa y respetuosa de todos, escribió.
Hoy, la esperanza del papa Francisco es que, después de tantas dificultades, tantos malentendidos y sufrimientos, la comunidad católica pueda también participar en el Reino Medio mediante el diálogo sincero, el himno de fe y agradecimiento, enriquecido por notas chinas auténticas, añadió.
El libro es el intento más reciente de la revista jesuita La Civilta Cattolica para sentar las bases intelectuales y culturales para mejorar las relaciones entre el Vaticano y China.
El tema del nombramiento de obispos ha sido el principal escollo para la restauración de relaciones diplomáticas, rotas hace casi siete décadas cuando los comunistas tomaron el poder en China.