Bolivia: etnia quechua reclama tierras ancestrales a Morales
LA PAZ, Bolivia (AP) Casi un centenar de indígenas quechuas de una etnia que por décadas permaneció en el anonimato, arribó el lunes a La Paz tras 41 días de caminata para denunciar avasallamientos a sus tierras y demandar al gobierno de Evo Morales la restitución de sus territorios ancestrales y respeto a su autogobierno.
La Nación Qhara Qhara, que habita las tierras altas de las provincias sureñas de Potosí y Chuquisaca, exige el cumplimiento de la Constitución de 2009, por la cual Bolivia pasó a ser un estado plurinacional. La Constitución quedó en papel, dijo uno de los líderes de la protesta, Samuel Flores.
Ataviados con coloridos ponchos de hilo los indígenas ingresaron pacíficamente en medio del denso tráfico cargando bultos y llegaron hasta unos cien metros de la casa de gobierno, donde una barrera policial les impidió avanzar. Finalizaron en las puertas del Ministerio de Justicia donde esperaban una audiencia con el titular de esa cartera.
Los Qhara Qhara demandan un título de propiedad colectiva para todos sus territorios. Sin embargo, el gubernamental Instituto de Reforma Agraria otorgó recientemente títulos individuales en la comunidad de Quila Quila, en las afueras de Sucre, lo cual desató las protestas.
El gobierno argumenta que la decisión se tomó después de que mayoría de los habitantes de la comarca Quila Quila, asociados en sindicatos agrarios y que no se identifican con las autoridades Qhara Qhara, se pronunció a favor de los títulos individuales.
Un título individual da derecho a vender sus tierras, no así uno colectivo.
La Constitución reconoce a naciones, pueblos indígenas y a sus territorios, pero también a los sindicatos agrarios.
Los Qhara Qhara se volvieron noticia el año pasado cuando plantearon un reclamo a Colombia para recuperar monedas de plata de un galeón español hundido en 1708 por corsarios ingleses en las costas colombianas y por cuyo tesoro, consistente en oro, monedas de plata y esmeraldas, Colombia, España y rescatadores privados están en litigio.
Entre las tres leyes que plantean a la Asamblea Legislativa dominada por el oficialismo, está el reconocimiento y restitución de territorios con base en actas de la Corona española de 1582, explicó Flores a la Associated Press.
Es demagógico exigir territorios ancestrales sobre títulos otorgados por la corona, dijo más temprano el ministro de Gobierno Carlos Romero al acusar a ONG de instigar la protesta.
De los 2.000 indígenas de Quila Quila, 1.800 prefieren título individual, y solo 200 titulación colectiva, dijo Romero. Según Flores en esa zona dominan los sindicatos rurales afines al gobierno y son más proclives al lucro de la tierra.
El problema no es con el Estado, es entre ellos. El Estado no impone, ellos deciden y una minoría quiere imponer su capricho, dijo a su vez el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico.
Morales se reunió con los marchistas en febrero y les propuso mediar entre los dos grupos, pero los manifestantes lo rechazaron. Según Cocarico, la marcha quiere restar legitimidad a la calidad de gobierno indígena de Morales. No obstante, hay acercamientos con el Legislativo.
Respecto al tesoro, Flores dijo que las monedas hundidas en el galeón salieron del Cerro Rico de Potosí, la montaña de plata más rica del mundo en la colonia.
A mediados de 2015, Flores y otros delegados de su pueblo se reunieron con autoridades del entonces presidente Juan Manuel Santos y entregaron documentos que respaldan su pedido. Para Cocarico se trata de un pedido idealista.
Desde los 90, pueblos indígenas lucharon pacíficamente para exigir al Estado respeto a sus territorios y han logrado normas, una de las más importantes fue la constitución (2009) cuando Morales, de origen aymara, abanderó la lucha de los originarios tras su llegada al poder en 2006.
Pero en los últimos años algunas etnias del oriente se oponen a la construcción de carreteras e hidroeléctricas por sus territorios como pretende el mandatario.
Según expertos y analistas el incumplimiento de normas y la presión de intereses económicos están obligando a varios pueblos a retornar al punto de origen de sus luchas históricas.