Brasil conmemora aniversario de asesinato de concejala
RÍO DE JANEIRO (AP) Amigos, familiares y admiradores se reunieron en Río de Janeiro el jueves para rendir un emotivo tributo a una concejala negra que fue asesinada hace un año en un acto descarado que provocó indignación en Brasil.
Marielle Franco y su chofer, Anderson Gomes, fueron asesinados en el centro de Río de Janeiro la tarde del 14 de marzo de 2018 mientras regresaban de un evento dirigido a empoderar a las jóvenes negras.
Hace unos días, las autoridades arrestaron a dos exagentes de la policía en relación con los homicidios, pero el caso continúa poniendo en evidencia la profunda corrupción en Brasil y todavía hay preguntas sin responder sobre quién ordenó el asesinato y por qué.
Un año desde la ejecución de Marielle. Un año que el Estado no nos ha dado una respuesta de quién ordenó el asesinato de Marielle, dijo Monica Benicio, pareja de la concejala, en un video publicado en las redes sociales. Agregó que a pesar de que saber quién jaló el gatillo fue un paso importante, el verdadero asesino es la persona que ordenó el asesinato.
No podemos aceptar esto como el fin de la investigación, como la resolución... de uno de los crímenes políticos más importantes en la historia de este país... Necesitamos exigir una justicia real, manifestó.
Franco era una asidua crítica de la violenta fuerza policial de Río, y su partido ha ido tras los grupos paramilitares de expolicías y soldados que realizan extorsiones en vecindarios pobres. Los fiscales dijeron que sospechan que uno de los atacantes participaba en actividades paramilitares y que su nombre ha surgido en otras investigaciones de homicidios.
Elegida en 2016 para ocupar un cargo público, Franco era miembro del Partido Socialismo y Libertad, y era conocida por su trabajo en las favelas y por su franqueza contra la violencia de la policía, que afecta de manera desproporcionada a los residentes negros en un país donde más del 50% de la gente se identifica como negro o mestizo.
Las detenciones se produjeron dos días antes del aniversario del asesinato de Franco y fue la primera acción significativa de la investigación.
El jueves por la mañana, algunas personas colocaron flores en una hilera de jarrones, encendieron velas frente a un cartel que exigía Justicia para Marielle y Anderson.
En el icónico Acueducto Carioca, también conocido como Arcos da Lapa, los activistas colgaron una pancarta con un retrato de la concejala acompañado con la frase: ¿Quién ordenó el asesinato de Marielle?
En la escalera que lleva al Concejo Municipal de Río, sus excolegas colocaron decenas de carteles con girasoles con la misma pregunta.
Las conmemoraciones continuaron con una misa en una iglesia católica del centro de Río de Janeiro, donde los seguidores de las religiones afrobrasileñas vistieron sus atuendos tradicionales, y cantaron y sostuvieron carteles con el mensaje Marielle está presente y Para las madres negras.
Es mi peor pesadilla estar participando en la misa para rendir homenaje a mi hija asesinada, dijo el padre de Franco, Antonio Francisco da Silva Neto, durante un servicio religioso.
El día terminó con una protesta en el centro de la ciudad, en la que más de 1.000 personas se reunieron alrededor de un escenario mientras los excolegas de Franco pronunciaban discursos y los grupos feministas bailaban samba.