Brasil: Un presidente ficticio genera ira de Jair Bolsonaro

Brasil: Un presidente ficticio genera ira de Jair Bolsonaro
El actor brasileño Jose de Abreu, derecha, y una mujer sostienen un cartel con la leyenda "Lula Libre" al arribar al bar Amarelinho en Río de Janeiro, Brasil, 8 de marzo de 2019. Abreu, con más de 300.000 seguidores en redes sociales, consiguió sacar de sus casillas al presidente Jair Bolsonaro al proclamarse presidente esta semana, montando una sátira que muestra la insatisfacción de parte del electorado con la actual gestión. (AP Foto/Silvia Izquierdo)

RIO DE JANEIRO (AP) Al presidente Jair Bolsonaro le ha surgido un adversario político inesperado: un segundo y nuevo presidente de Brasil.

A diferencia de lo que muchos creían, el mayor dolor de cabeza de Bolsonaro por estos días no se lo da la oposición de izquierda, ni los sindicatos ni las mujeres.

José de Abreu, un famoso actor brasileño con más de 300.000 seguidores en las redes sociales, consiguió sacar de sus casillas a Bolsonaro al proclamarse presidente esta semana, montando una sátira que muestra la insatisfacción de parte del electorado con la actual gestión.

Comenzaré a viajar por Brasil para organizar la resistencia contra este gobierno ilegítimo, dijo de Abreu, quien este viernes montó un show cuando fue recibido por cientos de seguidores en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro. El presidente paralelo leyó la constitución brasileña, en una ceremonia falsa de jura de mandato.

La disputa ficticia por el mando presidencial había enfurecido a Bolsonaro, quien reaccionó en su cuenta de Twitter y amenazó al actor con recurrir a la justicia para procesarlo.

Yo también voy a procesarte por idolatrar asesinos y torturadores, respondió de Abreu al presidente brasileño.

Luego del show que de Abreu hizo este viernes, Bolsonaro se mantuvo en silencio.

La broma del actor, de 72 años y muy cercano al Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva, es también una burla a Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela.

Obviamente, no quiero ser presidente de Brasil, quiero usar el poder que me están dando para reunir más gente y desmitificar este gobierno tramposo, dijo de Abreu.

Bolsonaro acaba esta semana de la misma forma como la comenzó: rodeado de polémicas, alimentadas u originadas en su cuenta Twitter.

Primero generó revuelo con la publicación de un vídeo obsceno, este martes, en el que un hombre orina sobre el pelo de otro durante una fiesta callejera de carnaval.

Luego, el Presidente dijo en una ceremonia militar que la democracia está vigente porque las fuerzas armadas brasileñas así lo desean y reforzó el mensaje en una transmisión de facebook.

Por último, Bolsonaro protagonizó un estrafalario intercambio virtual con su alter ego, de Abreu.

La burla contra Bolsonaro, quien días atrás ya había sido objeto de críticas en muchas fiestas callejeras de carnaval, expone un temprano desgaste de su investidura, según Mauricio Santoro, politólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.

Nunca ningún presidente electo sufrió un desgaste tan rápido, antes de concluir su primer año de mandato. En circunstancias normales, la broma de de Abreu no sería nada más que un chiste de carnaval, dijo Santoro.

En tres meses de gestión, Bolsonaro debió mediar ante una crisis interna dentro del gobierno generada tras la revelación de un caso de corrupción en su partido, el Partido Social Liberal (PSL). El presidente despidió al ex secretario General de la Presidencia Gustavo Bebbiano, uno de sus hombres más cercanos, luego de que el ex funcionario protagonizara un cruce con uno de sus hijos.

Otro de los hijos del presidente y actual senador, Flavio Bolsonaro, quedó en la mira por movimientos sospechosos de dinero en una cuenta de un ex asesor, en un posible caso de corrupción. El episodio afectó de manera directa al presidente, que ahora aparece cuestionado en su imagen de abanderado de la lucha contra la corrupción,.

Pese al desgaste, la oposición a Bolsonaro no ha aparecido con fuerza. Según Santoro, el episodio de la sátira con el segundo presidente de Brasil es sintomático de un fracaso de la oposición para articular una agenda alternativa.

La elección de 2018 fue la más polarizada de la historia brasileña, y muchas personas permanecen insatisfechas con el resultado y quieren crear obstáculos para el presidente. Pero en este tiempo, el gesto de De Abreu fue lo más expresivo que ha hecho la izquierda.

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