Tornado mata a 10 miembros de una familia en Alabama
BEAUREGARD, Alabama, EE.UU. (AP) A los primos Cordarrly Jones y Demetria Jones les cuesta acordarse de los nombres de todos los parientes que perdieron por el brutal tornado que arrasó con una comunidad rural de Alabama el domingo.
Entre los fallecidos estaban sus abuelos: Jimmy Jones, de 89 años y su esposa Mary Louise Jones, de 83, que perdieron la vida cuando la tormenta golpeó su casa.
El hijo de la pareja (y tío de Cordarrly y Demetria) Emmanuel Jones, de 53 años, también pereció. Otros que murieron, dijeron, fueron siete primos: Eric Jamal Stenson, de 38 años; Florel Tate Stenson, de 63; Henry Lewis Stenson, de 65; James Henry Tate, de 86; Tresia Robinson, de 62; Raymond Robinson Jr., de 63 y Maggie Delight Robinson, de 57.
Acongojados por la pérdida de 10 parientes y preocupados por otros que están hospitalizados con heridas graves, los primos el martes contemplaban las ruinas en el poblado de Beauregard, cerca de la frontera con Georgia.
La verdad es que todavía no lo acepto, todavía estoy tratando de procesarlo, dijo Cordarrly Jones, de 29 años.
Expresó Demetria Jones, de 28: Prácticamente todo el mundo en esta área era familiar, es devastador.
Fue el tornado más mortífero en Estados Unidos en seis años. Con sus vientos de 275 kilómetros por hora (170 millas por hora), el torbellino lanzó casas móviles por los aires y redujo a añicos a casas de ladrillos. Murieron por lo menos 23 personas, algunas de ellas menores de edad. La gravedad de la situación se hizo patente cuando las autoridades difundieron las identidades de las víctimas: La más pequeña tenía 6 años, la mayor tenía 89.
El meteoro recorrió 110 kilómetros (70 millas) llegando incluso a Georgia, según el Servicio Nacional de Meteorología. Los expertos que inspeccionaron los daños confirmaron que en total hubo 20 tornados que arrasaron con partes de Florida, Alabama, Florida y Carolina del Sur.
El martes continuaba la búsqueda de muertos, mascotas y pertenencias en Beauregard y sus alrededores, en medio del rugir de tractores, grúas y sierras que despejaban los escombros. El jefe policial Jay Jones dijo que la lista de desaparecidos disminuyó de varias decenas a solo siete u ocho.