Gobernador de Alabama visita zona devastada por tornado
BEAUREGARD, Alabama, EE.UU. (AP) El gobernador de Alabama recorrió el miércoles un camino rural alineado con casas rodantes destruidas mientras finalizaba la búsqueda de sobrevivientes de un enorme tornado, los residentes rescataban lo que podían de entre los escombros, y se planeaban los funerales de los 23 fallecidos.
Esto es horrible, es absolutamente horrible, dijo el gobernador Kay Ivey después de visitar la zona más devastada en el condado de Lee en donde nada quedó en pie, todo está destrozado.
Ivey firmó un acuerdo de asistencia de desastre con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y ordenó que las banderas a media asta en el estado hasta el atardecer del domingo.
Mientras Ivey evaluaba los daños, los residentes buscaban entre los montones de trozos de madera, metal retorcido y vidrio roto que alguna vez fueron sus hogares.
Brooke Waldrop buscaba su amado chaleco de motociclista que alguna vez perteneció a su fallecido padrastro, Marshall Grimes, quien pertenecía a un club de motociclistas cristianos.
Las palabras no pueden expresar cuánto amaba este hombre a Dios y amaba sus motocicletas, dijo Waldrop.
Grimes fue una de las tres personas en morir dentro de una vivienda que quedó hecho añicos. Waldrop dijo que su hermana de 11 años fue la única al interior que logró sobrevivir. Waldrop esperaba encontrar el chaleco de Grimes para dárselo a ella como recuerdo.
Será difícil para ella ser la única sobreviviente de esta casa, dijo Waldrop.
El enorme tornado de categoría EF4 impactó la comunidad rural de Beauregard la tarde del domingo, azotando una zona de de 1,4 kilómetros (casi una milla) de ancho con vientos de 274 kilómetros por hora (170 millas por hora).
La cifra de muertos se mantuvo en 23 mientras las autoridades anunciaron el miércoles el fin de la búsqueda de víctimas después de dos días. El jefe de policía del condado de Lee, Jay Jones, dijo que las últimas siete personas en la lista de desaparecidos habían sido localizadas con vida.
Todavía estamos en modo de espera con la posibilidad de encontrar a alguien más, que es poco probable, dijo el forense del condado Bill Harris en conferencia de prensa.
Entre los muertos había cuatro niños y una pareja de octogenarios. Diez víctimas eran parte de la misma familia extendida. Al menos dos funerales estaban programados para el jueves y muchos más se realizarán poco tiempo después.
Kathy Pardrige usaba un collarín para estabilizar su cuello fracturado mientras buscaba cualquier cosa rescatable entre las ruinas de su casa. Pardrige, su familia, sus dos perros y un conejo sobrevivieron, pero casi todo lo que poseían quedó destruido.
Estaban en casa cuando escucharon la alerta de tornado en sus teléfonos, dijo. Pocos minutos después, la casa comenzó a temblar.
Mi esposo me había sujetado y volamos como entre 6 y 8 metros (20 a 25 pies) antes de aterrizar en el piso, dijo.
El papa Francisco expresó su pesar el miércoles en un telegrama de condolencias al obispo de Mobile, Alabama, Thomas Rodi, al enterarse de la trágica pérdida de vida y las heridas causadas por el tornado.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump dijo que evaluará los daños el viernes.
El tornado de Beauregard fue el más mortífero en afectar a Estados Unidos desde mayo de 2013, cuando un remolino EF5 dejó 24 muertos en Moore, Oklahoma.
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Contribuyeron a este despacho los corresponsales de la AP Kate Brumback y Jeff Martin en Atlanta y Russ Bynum en Savannah, Georgia.