Tatis, de Padres, y Mondesí, de Reales, en rutas paralelas
PEORIA, Arizona, EE.UU. (AP) El prospecto de los Padres de San Diego, Fernando Tatis Jr., y su contraparte de los Reales de Kansas City, Adalberto Mondesí, nunca se han conocido, aun cuando las historias de sus vidas sugieren que hace tiempo debieron haberse reunido en un café.
Ciertamente tendrían mucho de qué hablar.
Cada uno de sus equipos cuenta con su joven campocorto como la piedra angular de una reconstrucción que podría impulsarlos de vuelta a la postemporada. Ambos tienen raíces en República Dominicana, donde nacieron sus padres que jugaron en las Grandes Ligas. Y los dos poseen el tipo de herramientas para alcanzar el estrellato en una de las posiciones más importantes de este deporte, esas que entusiasman a los ejecutivos y buscadores de talento.
En el terreno, fuera del terreno, como se manejan en el camerino, los vi a ambos cuando tenían 18, 19 años en un camerino de Grandes Ligas, y encajan de manera correcta, dijo el primera base de los Padres, Eric Hosmer, quien antes de llegar a San Diego pasó toda su carrera en Kansas City.
Tienen diferente personalidad, una confianza muy diferente, declaró Hosmer a The Associated Press. Es casi como si hubieran imaginado este momento siendo niños, ser jugadores de Grandes Ligas.
Probablemente lo hicieron.
Tatis creció jugueteando en los camerinos en Texas, San Luis, Montreal y Boston antes de que su padre, Fernando Tatis, concluyera su carrera de 11 años con los Mets de Nueva York. Si bien nunca fue una estrella, el viejo Tatis bateó para .265 durante su carrera, pegó 34 jonrones en una temporada para los Cardenales y una vez conectó dos grand slams en una entrada.
Entró a las Grandes Ligas a los 22 años, estableciendo un parámetro que su precoz y poderoso hijo podría superar por dos años completos si llega este verano.
O incluso en esta primavera. El junior tiene un apoyo valioso para triunfar en la pretemporada con los Padres en el tercera base Manny Machado, quien firmó un contrato por 300 millones de dólares recientemente. Los dos podrían formar un lado izquierdo formidable en el cuadro, y Machado confía mucho en el futuro del joven que ha aceptado su regreso a la tercera base a pesar que prefiere jugar como campocorto.
Ese es un cuadro excelente que tenemos, reconoció Machado. Es un gran pelotero. Puede jugar un poco. No quiero que explote demasiado, pero puede jugar. Es un jugador especial y quiere mejorar, y quiere probar que es el mejor de este deporte.
En cuanto a Mondesí, fue el primer jugador en más de 100 años que debutó en las Grandes Ligas nada menos que en la Serie Mundial. Apareció en el Clásico de Otoño de 2015 a los 19 años, pero ha tenido un comienzo de carrera difícil.
El hijo de Raúl Mondesí fue incluido entre los principales prospectos de los Reales durante años, pero sus primeras dos oportunidades con Kansas City fueran tan pobres que se le envió de vuelta a las menores.
Apenas bateó para .185 en 47 juegos en 2016. Y lo hizo para .170 en 25 encuentros a la siguiente temporada.
Pero todo por fin se acomodó el año pasado, cuando Mondesí quemó la Liga de la Costa del Pacífico en Triple-A con Omaha para ganarse otra oportunidad con los Reales. Y esta vez Mondesí lo hizo bien, al batear para .276 con 14 cuadrangulares, 37 producidas y 32 bases robadas durante sólo 275 apariciones al plato en el curso de 75 encuentros.
Aún no nos conocemos, comentó Tatis de Mondesí, aun cuando sus equipos ocasionalmente se enfrentan en partidos de la Liga del Cactus, y entrenan justo sobre el Bell Road en Arizona. El campamento de los Padres está en Peoria y el de los Reales en Surprise.
Estaría feliz de ser comparado con él, agregó Tatis. Ya es un pelotero muy bueno.
Lo suficientemente bueno para convencer a los Reales de dejar ir a su campocorto de años, el venezolano Alcides Escobar, para que firmara con otro equipo en la agencia libre, y darle el trabajo de tiempo completo a un jugador que siempre han considerado su futuro.
Tuvo un gran progreso el año pasado, reconoció el manager de los Reales, Ned Yost. Estaba realmente orgulloso de él al final del año.