Enojo de Bale marca nuevo asalto del Madrid-Barcelona
MADRID (AP) Si las apariencias no engañan, todos en el Real Madrid están enfocados en enfrentar al Barcelona en las semifinales de la Copa del Rey.
Inclusive Gareth Bale.
El compromiso del extremo galés con el equipo ha sido cuestionado tras no querer festejar un gol el pasado fin de semana, empujando a su compañero Lucas Vázquez al regresar al círculo central, y crecientes rumores de que no se lleva bien con el resto del plantel.
Pero con dos partidos consecutivos ante el Barcelona esta semana el primer miércoles con el pase a la final de la Copa del Rey en juego el técnico del Real Madrid Santiago Solari se apuró a poner paños fríos a la idea de que hay conflicto en el seno del equipo.
Lo veo a él y al resto de jugadores con el foco en el partido, dijo Bale. No puede estar la mirada puesta en la periferia de lo anecdótico, está en lo que nos importa y nos interesa. Estamos todos unidos con un objetivo muy claro: pasar a la final.
El Madrid afronta el partido de vuelta en el estadio Santiago Bernabéu con la ventaja de un gol de visitante tras igualar 1-1 en el Camp Nou en la ida hace tres semanas.
La cita del miércoles será la segunda entre los acérrimos rivales del fútbol español en menos de un mes. Un tercer clásico se escenificará el sábado en el Bernabéu por la Liga, donde el Barcelona mantiene una cómoda ventaja de siete puntos sobre el Atlético de Madrid y de nueve sobre el Real Madrid.
Barcelona busca revalidar su título liguero, y apunta a un sin precedentes quinto título seguido en la Copa del Rey. El Madrid ganó la Liga en 2017, pero no se consagra en la Copa desde 2014, año en el que venció al Barcelona en la final.
Ellos van a estar bien, fuertes, como estuvieron aquí, advirtió el técnico azulgrana Ernesto Valverde. Es un clásico y sabemos la importancia que tiene desde todos los puntos de vista. Repasar la estadística no sirve de mucho, de hecho no lo tengo en cuenta".
Llamado a tener más protagonismo tras la salida de Cristiano Ronaldo, Bale no se establecido como un titular fijo en el Madrid, eclipsado por la irrupción del juvenil brasileño Vinicius Junior.
El fastidio de Bale fue aparente cuando Solari optó por Marco Asensio como primer cambio en la victoria como visitante 2-1 ante Levante el domingo. Cuando se dio cuenta que no lo habían tomado en cuenta, el extremo galés dejó de calentar y se sentó en el banquillo, esperando ahí durante unos minutos hasta que el técnico argentino le indicó que ahora sí iba a ingresar.
Anotó el segundo gol del Madrid al cobrar un tiro libre. Pero no lo celebró, apartando a Vásquez de su camino y si acaso rozó las manos de otros compañeros.
La imagen de Bale rehuyendo el saludo de Vázquez fue portada en varios medios españoles al día siguiente, y Solari debió evadir preguntas sobre el galés en su comparecencia ante la prensa el martes.
En una reciente entrevista, el veterano lateral brasileño Marcelo deslizó que solo puede comunicarse con Bale en inglés y el arquero belga Thibaut Courtois mencionó que el extremo se ausentó de una reciente cena en grupo porque quería dormir temprano.
Bale se entrenó junto al resto del plantel el martes, sin percibirse señal alguna de quería descartado. Su titularidad, sin embargo, es otra historia. En la idea, Solari prefirió a Vinicius Junior desde el vamos y dejó a Bale en la banca.
Quien sin duda no estará ausente el miércoles es Lionel Messi, quien viene de una actuación fenomenal en la victoria 4-2 del Barcelona ante el Sevilla el pasado fin de semana, en la que firmó un tripleta y dio la asistencia del otro tanto, dejando atrás una serie de flojas actuaciones. Messi no fue titular ante el Madrid en la ida debido a una dolencia en la pierna derecha.
Solari dice que no se le temer a Messi, sin importar el momento que atraviese.
Eso no existe para el que compite, dijo Solari. Los que competimos siempre salimos a dar batalla para ganar.