Exlíder catalán a jueces: ???Me considero preso político???
MADRID (AP) — Un exfuncionario catalán acusado de liderar una violenta rebelión para la independencia de Cataluña dijo ante el alto tribunal español el jueves que se considera un “preso político”.
Oriol Junqueras, que fungía como vicepresidente de la región nororiental cuando se celebró el referéndum de independencia en octubre de 2017, pese a una prohibición judicial, fue el primero de la docena de políticos y activistas acusados en declarar en el proceso en el Tribunal Supremo.
Como el expresidente Carles Puigdemont evitó ser procesado al huir a Bélgica, Junqueras es el funcionario de mayor rango entre los acusados. Podría enfrentar una condena de 25 años de prisión si es hallado culpable de rebelión y de malversación de fondos públicos.
Gesticulando ampliamente con las manos y respondiendo únicamente a las preguntas de su defensa, Junqueras rechazó los cargos que se le imputan e hizo una sólida defensa del movimiento secesionista catalán como no violento.
"Cualquier objetivo noble puede resultar inmoral si los mecanismos para conseguirlo son indecentes”, dijo. “Esto es válido para la república catalana, para la Monarquía española, para Europa o para cualquier otra cosa".
El líder de Esquerra Republicana, una formación republicana de izquierdas, comenzó su intervención declarando ante el panel de siete magistrados que “se me acusa por mis ideas y no por mis hechos”. Además, declinó contestar a la preguntas de la fiscalía y del resto de las acusaciones y calificó el proceso de “político”.
"Y en estos momentos me considero preso político”, dijo.
Antes, y en respuesta a las alegaciones de las defensas, el juez presidente de la sala, Manuel Marchena, dijo que durante el juicio las preguntas deben centrarse en los hechos y no en cuestiones ideológicas.
El magistrado aceptó alguna de las demandas de los acusados. Les permitió contestar a en su lengua natal, el catalán.
Funcionarios judiciales señalaron que celebrar un juicio público con total transparencia era clave para desarmar los argumentos de los separatistas de que no era imparcial y estaba afectado por la política.
Junqueras eligió hablar en castellano porque dijo que le daba la oportunidad de dirigirse a todo el pueblo español tras un año y medio en prisión preventiva, un tiempo al que calificó de “silencio forzado”.
El referéndum de 2017 derivó en una declaración de independencia, pero ni se tomaron acciones para implementarla ni ningún país reconoció a la nueva república catalana. Un poco menos de la mitad de los votantes de la región de 7,5 millones de habitantes respaldan a partidos secesionistas, según los resultados de los últimos comicios autonómicos.
Los dramáticos acontecimientos en Cataluña llevaron a una crisis que todavía persiste en la vida política española. Las formaciones independentistas catalanas presentes en el parlamento nacional, que el año pasado habían respaldado la formación de un gobierno del Partido Socialista en minoría, retiraron su apoyo a Pedro Sánchez esta semana ante la negativa del presidente a iniciar conversaciones sobre la autodeterminación de la región.
El enfrentamiento dejó a Sánchez contra las cuerdas, ya que no pudo aprobar los presupuestos para 2019 y podría verse obligado a convocar elecciones generales anticipadas.