Venezuela: oposición eleva presión por ayuda humanitaria

Venezuela: oposición eleva presión por ayuda humanitaria
Miembros de la armada venezolana y la guardia nacional bloquean el acceso principal al puente internacional Las Tienditas, en la frontera entre Colombia y Venezuela, el jueves 7 de febrero de 2019. (AP Foto/Fernando Llano)

CARACAS (AP) — En medio de un mar de banderas venezolanas y gritos contra el presidente Nicolás Maduro, decenas de miles de manifestantes se lanzaron el martes a las calles del este de Caracas para tratar de quebrar el respaldo de los militares a la decisión del gobierno de no permitir la entrada de ayuda humanitaria al país.

“Aquí vamos a seguir hasta lograr la libertad de Venezuela”, dijo el jefe de la Asamblea Nacional y líder opositor Juan Guaidó al asegurar ante la multitud que seguirá en las calles hasta conseguir el cese de la “usurpación” del Ejecutivo por parte de Maduro. “El usurpador va a tener que irse, sí o sí”, agregó.

Guaidó, que se declaró presidente encargado de Venezuela en enero y ha sido reconocido por docenas de naciones, anunció que a partir del 23 de febrero comenzará a ingresar la ayuda humanitaria al país y que durante el próximo fin de semana se realizarán asambleas de voluntarios para definir el proceso de ingreso de la ayuda que se encuentra almacenada en un centro de acopio de la ciudad colombiana de Cúcuta y en otro que se abrió el martes en la población brasileña de Roraima.

El dirigente no precisó cómo entraría el apoyo y solo adelantó que de ser necesario irán en caravanas y en movilizaciones.

Sin revelar el cargo que ocupa, Francisco Hernández, un empleado público de 57 años, rompió el miedo que domina a muchos de sus colegas del sector estatal y marchó para exigir un cambio de gobierno en Venezuela.

"No podemos soportar esto más", dijo Hernández mientras recorría una avenida y aseguró que "nada detendrá el movimiento de cambio" que arrancó en enero porque "estamos cansados de tanta miseria, de tanto atraso, de tanto atropello al pueblo venezolano. Es la hora de la libertad", agregó.

Hernández atribuyó la reanudación de las protestas, luego de dos años de letargo, a la profundización de la crisis económica y el desenfrenado avance de la hiperinflación, que ya superó el millón por ciento e impide a una porción importante de los trabajadores sobrevivir con un salario mínimo que está en alrededor de los cinco dólares.

El hombre admitió que la valentía de Guaidó también ha contribuido a animar a la gente a volver a salir a las calles. "Guaidó ha sido una figura valiente y ha tenido guáramo (valor). No lo podemos dejar solo", acotó.

Sosteniendo con su brazo izquierdo una pequeña estatua color marfil de la Virgen del Valle, María Vallera, una menuda desempleada de tez morena y cabello canoso corto, relató que decidió caminar más de 30 kilómetros desde su casa en la populosa barriada pobre de Petare, en el este de la ciudad, para lograr que "cambie esta pesadilla".

"Estamos viviendo en el hambre, la miseria y la escasez", dijo Vallera. La mujer relató que la pensión de unos cinco dólares que recibe "ni me sirve para sobrevivir".

"En los 75 años que tengo de vida, incluidos los años de dictadura que viví en mi juventud, nunca había vivido una pesadilla como esta", afirmó la mujer. "Él nos devolvió la esperanza. Nos dio un nuevo aire", agregó refiriéndose al líder opositor.

A Guaidó, que hasta inicios de año era un político poco conocido, algunos analistas ya lo consideran un "fenómeno político". Maduro y otras figuras del oficialismo han desestimado su liderazgo y lo llaman “títere del imperio” y “traidor a la patria”.

Aunque las principales encuestadoras locales no han ofrecido evaluaciones recientes sobre el respaldo que tendría el dirigente opositor, el consultor político Edgard Gutiérrez, coordinador de la encuestadora local Venebarómetro, afirmó que Guaidó ha "levantado muchísimo en conocimiento y agrado".

Gutiérrez atribuyó el vertiginoso avance del dirigente del partido Voluntad Popular a que representa un "liderazgo con una base institucional sólida" --como es la Asamblea Nacional-- y porque tomó "determinaciones fuertes como asumir el cargo de la presidencia encargada".

La protesta opositora coincide con una marcha que convocó el gobierno en el centro de Caracas para conmemorar el Día de la Juventud, que recuerda una batalla librada por jóvenes en la lucha por la independencia del país, y para recolectar firmas para una carta contra la intervención de Estados Unidos en el país sudamericano que Maduro prometió enviar a la Casa Blanca.

Al ritmo de las canciones entonadas por un joven montado en un camión, miles de empleados públicos y seguidores del gobierno vestidos con camisetas rojas marcharon hacia la histórica plaza Bolívar para acompañar a Maduro en una concentración.

“Que los tabores de guerra se alejen y las amenazas de invasión militar se alejen y Venezuela diga en un solo coro, con una sola voz: queremos paz, queremos felicidad", afirmó el gobernante ante cientos de seguidores a los que invitó a prepararse para celebrar esta semana el día de la amor y la amistad.

En las últimas semanas Washington ha encabezado, junto con la mayoría de países de la región y la Unión Europea, una serie de acciones para la salida de Maduro y la convocatoria a elecciones libres. A fines de enero la Casa Blanca aprobó nuevas sanciones contra la corporación petrolera estatal, principal generador de divisas del país, lo que representó un duro golpe a las finanzas gubernamentales.

Guaidó anunció el lunes la entrega en Caracas de un primer cargamento de suplementos alimenticios a una organización privada que cubre varios hospitales y dispensarios.

La vicepresidenta Delcy Rodríguez desestimó la iniciativa opositora considerándola un “show barato” y una “farsa de la derecha extremista” que pretende es una “intervención militar” en Venezuela. Rodríguez llamó a la población a que esté atenta ante la ayuda humanitaria que donó Estados Unidos, y denunció que vino “contaminada y envenenada; es cancerígena”, dijo citando una supuesta noticia divulgada por el diario colombiano La Opinión de Cúcuta.

“Podríamos decir que son armas biológicas lo que pretenden con esa ayuda humanitaria”, aseveró.

Al lado del puente fronterizo Tienditas, en Cúcuta, donde la ayuda humanitaria es acumulada a la espera que se permita su ingreso a Venezuela, docenas de personas se reunieron para expresar su descontento y exigir que se abra el paso que fue cerrado la semana pasada por las autoridades venezolanas.

Una de ellas, Mayerly Prada, de 24 años y madre de dos hijos, dijo que salió de Venezuela la semana pasada después de que su hijo de dos años sufriera una erupción extraña por la que no pudo recibir tratamiento en Venezuela. “No es justo que el presidente Nicolás Maduro no acepta esa ayuda”, expresó la madre.

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Fabiola Sánchez está en Twitter como: https://twitter.com/fisanchezn

Los periodistas de AP, Christine Armario y Jorge Rueda, contribuyeron para esta nota desde la ciudad colombiana de Cúcuta y Caracas

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