Maduro insiste en que no hay crisis humanitaria en Venezuela
CÚCUTA, Colombia (AP) — Nicolás Maduro denunció el viernes que sus adversarios venezolanos con el auspicio de Estados Unidos son los artífices de la supuesta crisis humanitaria con el propósito de quebrantar la soberanía de su país y justificar el derrocamiento de su gobierno.
"La soberanía nacional está tratando de ser vulnerada con un show llamado operación humanitaria por el gobierno de Donald Trump, quien ha ratificado su amenaza de invasión militar contra Venezuela", dijo el mandatario en una rueda de prensa en el palacio de gobierno.
La declaración se produjo un día después de que los primeros camiones con ayuda humanitaria arribaran a la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta.
"La ayuda humanitaria la han convertido en un show para justificar una intervención en el país", insistió Maduro, quien destacó que esto ocurre mientras "nos bloquean casi 10.000 millones de dólares en el mundo”.
La oposición venezolana ha prometido entregar la ayuda humanitaria pero aún se desconoce el mecanismo para lograrlo porque el paso fronterizo que se emplearía ha sido bloqueado por los militares.
Otra de los interrogantes sobre el proceso es el comportamiento que tendrían los militares, principal base de apoyo del gobierno socialista, cuando los opositores traten de ingresar los cargamentos hacia territorio venezolano.
El viernes, en un centro de acopio que habilitó el gobierno colombiano en Cúcuta, a unos 500 kilómetros al noreste de Bogotá, a un lado del puente fronterizo Las Tienditas, voluntarios llenaban bolsas con harina de maíz, lentejas, atún enlatado y otros alimentos proporcionados por Estados Unidos.
En una rueda de prensa en Cúcuta, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, afirmó que contrario a lo que dice el gobierno venezolano, la ayuda "es un esfuerzo para responder a 20 años de mala gestión, de corrupción, de criminalidad e ineficiencia. Eso tomará tiempo para abordar. Hay una gran voluntad en la comunidad internacional para responder".
Agregó que "esto se trata de una campaña humanitaria con base moral y ética para aliviar el dolor y el hambre. Es legal. Está autorizado por el presidente interino Juan Guaidó y es urgente”.
El dirigente opositor Lester Toledo dijo en la misma conferencia de prensa que “yo estoy convencido que la forma en que vamos a pasar esta ayuda es junto al pueblo venezolano. Gente, gente y más gente llevando ayuda humanitaria”.
La subsecretaria de Estado para América Latina Kimberly Breier no contradijo el viernes los comentarios de Toledo pero señaló que la meta estadounidense es ingresar la ayuda de manera pacífica a territorio venezolano.
“Imagino que hay muchas ideas y muchos caminos posibles para seguir en el camino de buscar la manera de entrar la ayuda humanitaria”, dijo durante una conferencia telefónica con reporteros en español.
Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional venezolana de mayoría opositora y que el 23 de enero se declaró presidente interino en desafío a Maduro, promovió la iniciativa de recibir ayuda internacional.
El viernes el líder opositor calificó de “miserables” a las autoridades que no permiten el ingreso de la ayuda.
“No es capricho, no es migaja, es necesidad”, dijo Guaidó durante un acto con varios miles de jóvenes en la estatal Universidad Central de Venezuela de Caracas.
“El momento es ahora. No cometan crimen de lesa humanidad al asesinar directa o indirectamente a entre 250.000 y 300.000 venezolanos que hoy necesitan esa ayuda”, afirmó Guaidó al dirigirse a los militares para que no bloqueen el ingreso de la ayuda.
El dirigente llamó a la población a realizar el sábado y domingo asambleas para organizar a los voluntarios que recibirán la ayuda. “Si se atreven a seguir bloqueando caminos, todos estos voluntarios iremos a abrir el canal humanitario”.
Venezuela está sumida en la mayor crisis política y económica de su historia con una hiperinflación de siete dígitos y una severa recesión. La escasez de alimentos y medicinas, entre otros bienes, ha generado una masiva migración de venezolanos que Naciones Unidas calcula en al menos tres millones de personas.
En Caracas, el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el oficialismo, declaró nula la ley que regiría la "transición política" aprobada por la Asamblea Nacional si llegase a finalizar el gobierno de Maduro.
La Sala Constitucional del máximo tribunal estableció que la Asamblea Nacional entró en una "fragrante infracción" al aprobar una ley que establece que las elecciones presidenciales se lleven a cabo tan pronto como las condiciones lo permitan en un plazo máximo de 12 meses después de la instalación de un gobierno interino y tras la designación de nuevos miembros de los otros poderes.
La sentencia leída por el magistrado Juan Mendoza, presidente de la Sala Constitucional, acusó a la Asamblea Nacional de incurrir "en el asalto del estado de derecho” y de pretender “una ruptura del orden constitucional”.
El máximo tribunal exhortó al Ministerio Público a que "investigue penalmente" la presunta materialización de "conductas delictivas" que corresponda en el caso.
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Christine Armario reportó desde Cúcuta. Los corresponsales de The Associated Press Fabiola Sánchez, Jorge Rueda y Scott Smith colaboraron en este despacho desde Caracas. Luis Alonso Lugo colaboró desde Washington.