Cuba rechaza anuncio de EEUU sobre Ley Helms-Burton
LA HABANA (AP) — Cuba rechazó “firme y categóricamente” un anuncio de Estados Unidos que pudiera llevar al mayor endurecimiento del embargo comercial contra la isla en más de dos décadas.
El canciller cubano Bruno Rodríguez calificó el miércoles en Twitter de “chantaje político y hostilidad irresponsables” el anuncio del secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo de que Washington va a suspender solamente por un mes y medio una cláusula de una ley de 1996 que permite a los cubano-estadounidenses demandar a compañías extranjeras que se beneficien de propiedades confiscadas tras la revolución de 1959, en lugar de los seis meses habituales.
La cláusula de la Ley Helms-Burton ha sido suspendida por cada presidente estadounidense desde Bill Clinton por su potencial de enajenar a aliados de Estados Unidos y complicar cualquier deshielo futuro con Cuba.
Pero el miércoles, Pompeo dijo que el gobierno iba a suspender la cláusula de nuevo, pero solamente por un mes y medio, y que está siendo revisada cuidadosamente “a la luz de los intereses nacionales de Estados Unidos y los esfuerzos para acelerar la transición a la democracia en Cuba, e incluye factores como la brutal opresión de los derechos humanos y las libertades fundamentales por parte del régimen cubano”.
Su anuncio parece dejar abierta la posibilidad de que el gobierno estadounidense deje que la cláusula entre en vigor, lo que pudiera permitir centenares de demandas contra corporaciones de todo el mundo, desde compañías españolas que administran hoteles en Cuba hasta firmas chinas y turcas que modernizan los puertos cubanos.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel dijo el jueves en Twitter que “no permitiremos el chantaje político, tenemos razones y verdades suficientes y legítimas para enfrentar tanta hostilidad y desprecio. Con nuestras convicciones".
Tanto partidarios como oponentes de mejores relaciones entre Estados Unidos y Cuba dijeron el jueves que prevén que el gobierno de Trump permitirá al menos algunas demandas contra compañías que hacen negocios en Cuba una vez que concluya la revisión de 45 días. Esas demandas crearían un obstáculo enorme para las inversiones extranjeras en Cuba, y representan una escalada en el enfoque relativamente cauto que Trump había mantenido para dar marcha atrás al acercamiento con la isla entablado por el presidente Barack Obama.