Exlegisladora y amante de ???El Chapo??? testifica
NUEVA YORK (AP) — La exlegisladora Lucero Guadalupe Sánchez, una de las amantes de Joaquín “El Chapo” Guzmán, testificó el jueves en una corte de Brooklyn sobre la relación romántica que mantuvo con el narcotraficante mexicano y la dramática huida que hizo con él por un húmedo túnel conectado al baño de una casa.
Sánchez, que testificó durante el juicio a Guzmán, habló sobre sus sentimientos hacia él, narrando una mezcla de enamoramiento y miedo. También explicó cómo en una noche de febrero de 2014, ella, Guzmán, un trabajador de Guzmán conocido como “Cóndor” y una empleada de la limpieza conocida como “Chaparra” huyeron por una larga tubería de una casa de Culiacán tras la llegada de marines mexicanos y agentes de la DEA. Eran las tres o cuatro de la madrugada y “El Chapo”, dijo Sánchez, estaba desnudo.
“Yo estaba muy asustada”, testificó, tras explicar que el túnel era muy oscuro y ella tenía que tantear con sus manos para avanzar por él.
La testigo, quien dijo que llegó a comprar marihuana para Guzmán, fue legisladora en el estado de Sinaloa desde el 2014 hasta el 2016. Sánchez fue arrestada en el 2017 mientras intentaba cruzar la frontera a Estados Unidos. Se declaró culpable de narcotráfico en una corte de Washington DC en el 2018. Está esperando su sentencia.
La huida descrita por Sánchez concuerda con el testimonio previo de un agente de la DEA que testificó el jueves sobre la captura de “El Chapo” en el 2014. El agente, Víctor Vázquez, narró cómo él y los marines mexicanos buscaron a Guzmán en esa casa de Culiacán y no le encontraron. Una semana más tarde le arrestaron en un hotel de Mazatlán, en el Pacífico mexicano.
El túnel, dijo Sánchez, estaba debajo de la bañera de la casa. Cuando Cóndor vio a agentes rodeando la casa golpeó la puerta de la habitación de Guzmán, quien estaba con Sánchez. Los tres, junto a “Chaparra”, se encerraron en el baño y levantaron la bañera.
“La bañera completa estaba hueca por debajo”, dijo Sánchez.
Debajo había una escalera de madera, dijo, que daba a una puerta de acero. Cóndor y Guzmán lograron finalmente abrirla y entrar al túnel de concreto. Entonces empezó la caminata a través de él.
“Yo notaba agua que subía por mis piernas”, testificó la exdiputada.
“¿Cuánto tiempo estuvo usted allí?”, le preguntó el fiscal Anthony Nardozzi.
“Suficiente como para traumarme”, respondió ella, aclarando después que le pareció una hora.
Durante su testimonio, Guzmán no miró mucho a Sánchez y permaneció sereno, mirando más a los miembros del jurado. Sánchez, de tan sólo 29 años, rompió a llorar tras un descanso de la tarde. El juez Brian Cogan tuvo que posponer el retorno del jurado a la sala unos 10 minutos para que Sánchez pudiera recomponerse.
La exlegisladora habló también sobre sus sentimientos hacia Guzmán, destacando que a veces le quería y a veces no.
Explicó, por un lado, cómo le marcaba corazones en los paquetes de marihuana que le enviaba y por el otro, cómo se esforzaba en mantenerle contento con los envíos de marihuana para que no involucrara a sus hermanos en el negocio. Los hombres de Guzmán le vendaban los ojos, dijo, cuando ésta iba a visitarlo.
Sánchez, que dijo conoció a Guzmán en el 2010, testificó que la relación de ambos terminó en el 2012 pero que después de eso se siguieron viendo. Mientras la veía, Guzmán estaba casado con Emma Coronel, con quien tiene dos hijas pequeñas. Coronel ha acudido a la sala del juicio casi cada día.
La testigo no dejó claro cómo conoció a Guzmán, pero dijo que él le enviaba teléfonos para que ambos pudieran hablar y enviarse mensajes a través de Blackberrys. “Te amo” le decía él a ella. Uno de los nombres que ella llegó a usar en sus mensajes fue “diputada” o “la diputada”. Guzmán, dijo, la introdujo en el negocio de tráfico de marihuana y le pidió que le enviara de forma regular al menos 400 kilos en avión.
El jueves por la mañana, Vázquez narró la captura de Guzmán en el 2014.
El agente explicó que el arresto ocurrió en el Hotel Miramar en Mazatlán. En el sótano del hotel, los marines tenían a Guzmán de rodillas esposado, con su esposa Emma Coronel y sus dos niñas pequeñas cerca.
“Confirme, ¿es él? ¿Es él? ¿Es él?”, le preguntó nervioso un marine.
“Dios mío eres tú, ‘El Chapo’”, le dijo entonces Vázquez a Guzmán tras mirarlo.
Tras su arresto, “El Chapo” se escapó por un túnel de la cárcel mexicana donde se encontraba en 2015. Un año después volvió a ser arrestado y extraditado a Estados Unidos en 2017.
Guzmán, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen y ex líder del cartel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser encontrado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
Guzmán enfrenta 11 cargos, que incluyen tráfico de drogas, tráfico de armas, lavado de dinero y participación en empresa criminal.