Tubería obstruida provoca anegamiento pestilente en Perú
LIMA (AP) — En medio de una insoportable pestilencia miles de obreros, policías y soldados lidiaban el miércoles con una inundación causada por la obstrucción de una enorme tubería que recolecta las aguas cloacales del distrito más poblado de Perú, reubicada hace unos seis años por un consorcio liderado por Odebrecht.
La constructora brasileña, envuelta en una trama de corrupción que involucró a la élite política latinoamericana, removió de su posición original la tubería que recolecta el 80% de las aguas sucias del distrito limeño de San Juan de Lurigancho y reubicó el conducto al lado de una pesada infraestructura de concreto de 12,5 kilómetros por donde se desplaza el metro de Lima.
El presidente Martín Vizcarra dijo a la prensa en la zona declarada en emergencia sanitaria que se hallará a los responsables. “Se ha obstruido, ha entrado material extraño dentro del colector”, comentó y explicó que la tubería de 150 centímetros de diámetro, enterrada a nueve metros de profundidad, “comenzó a embalsarse” y los sucios fluidos empezaron a salir por el sector más bajo de San Juan de Lurigancho, con más de un millón de habitantes.
Más de un centenar de agentes policiales montados a caballos, para evitar ensuciarse los pies, vigilaban las calles inundadas mientras decenas de máquinas de succión buscaban extraer las aguas sucias.
María Cruz, una vecina de 80 años, lloraba mientras lavaba en un cubo de agua limpia dos muñecos pequeños de plástico que adornaron la torta de su matrimonio hace décadas. “Acá no se puede respirar”, musitó mientras su nieto la abrazaba.
La inundación empezó la madrugada del domingo cuando millones de litros de agua con residuos fecales invadieron más de ocho hectáreas y afectaron a más de 800 casas y a unos 1.500 vecinos, de acuerdo con datos preliminares de funcionarios oficiales. En algunos puntos el agua alcanzó los dos metros de altura. El miércoles palas mecánicas del ejército peruano recogían lavadoras, equipos de sonido, refrigeradoras o muebles embarrados.
“Estamos preocupados por la contaminación”, dijo Oswaldo Vásquez, un vecino afectado, mientras se acomodaba una máscara quirúrgica y esperaba ser atendido por los médicos. Los vecinos relataron a medios locales que el domingo observaban con impotencia el ingreso de torrentes de agua sucia que también salía por los grifos de los baños y los inodoros.
El mandatario remarcó que la ley indica que “el que construye una obra o un proyecto tiene responsabilidad por siete años de cualquier defecto de construcción. Esta obra no tiene siete años”. Aunque el gobierno aún no ha determinado la responsabilidad de la inundación, Vizcarra sostuvo, sin mencionar a Odebrecht, que “quien construyó esta obra tiene responsabilidades de cualquier defecto que ocurra”. El colegio de ingenieros de Perú determinará la responsabilidad, añadió.
La AP pidió comentarios a Odebrecht sin obtenerlos al momento.
Vizcarra recordó que la licitación para construir el segundo tramo de la línea del metro de Lima se adjudicó durante el gobierno del entonces presidente Alan García (2006-2011), quien es investigado por la fiscalía por presuntamente recibir 100.000 dólares de un fondo que Odebrecht usaba para pagar sobornos. García, que ha negado los cargos, tiene prohibido por 18 meses salir del país mientras es investigado.
El municipio de Lima anunció que suspendió las celebraciones programadas para el viernes por el aniversario de la fundación de la capital peruana.