Tempos difíciles para los proveedores de noticias locales
NUEVA YORK (AP) — El negocio de las noticias locales no ha protagonizado últimamente buenas noticias.
La circulación se ha reducido bruscamente, lo mismo que los empleos de los diarios. Desde 2004 han cerrado casi 1.800 diarios y semanarios.
Dos hechos esta semana han resaltado el problema. Facebook, cuyo éxito ha sido un factor en la decadencia del negocio periodístico, anunció el martes que invertirá 300 millones de dólares a lo largo de tres años en iniciativas periodísticas dedicadas a coberturas locales. Más ominoso es el intento de adquisición de Gannett Co., que publica USA Today y otros diarios, por un grupo conocido por apoderarse de diarios en dificultades y eliminar empleos.
“Es una lucha diaria”, dijo Charles Sennott, un periodista que creó The Ground Project, una fundación que financia el trabajo periodístico. “Día a día enfrentamos el hecho de que el periodismo estadounidense está en crisis”.
Sennott se reunió esta semana con Obed Manuel, un joven reportero del Dallas Morning News cuya cobertura de la inmigración hispana es financiada en parte por el GroundTruth Project.
Pero el ambiente era depresivo en la sala de redacción. El Dallas Morning News anunció 43 despidos, 20 de ellos de la redacción, debido a la caída de la circulación y los ingresos por publicidad.
Es una dinámica frecuente en el sector de las noticias locales, donde un hecho positivo como la contratación de Manuel puede parecer como una hoja de hierba que lucha por crecer en un paisaje yermo.
Las estadísticas son pavorosas: la circulación de los diarios en el país ha caído de 122 millones a 73 millones en 15 años. El número de periodistas que trabajan en diarios se ha reducido a la mitad desde 2004. En ese período han desaparecido casi 1.800 diarios y semanarios, que ahora suman poco más de 7.000.
Esta estadística, compilada por Penelope Muse Abernathy, profesora de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte, ha dado origen a una nueva terminología: desiertos noticiosos son localidades que ya no tienen cobertura periodística diaria; periódicos fantasma son publicaciones reducidas a una sombra de lo que eran antes en cuanto a circulación y ambiciones.
Los gigantes de las redes sociales como Facebook han quitado lectores e ingresos a los diarios. Pero según Abernathy, las decisiones de los dueños de diarios tienen una culpa mayor. Diarios metropolitanos y regionales han reducido la circulación en zonas de extramuros y rurales, y muchos semanarios simplemente desaparecieron, dijo.
“El país se siente muy dividido y creo que se debe en gran medida a que la gente siente que no la escuchan”, dijo Sennott. Hay pocos periodistas locales que escuchen sus inquietudes e informen sobre ellas, añadió.