México: Transportarán combustible en trenes y camiones
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los ladrones de combustible en México se han vuelto tan descarados que están haciendo perforaciones ilegales debajo de bodegas en ciudades grandes y vaciando oleoductos completos, denunció el miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En un ducto los “huachicoleros” _como se les conoce en el país_ no sólo extraían parte del combustible, sino que hicieron tantas perforaciones que lo vaciaron completamente, afirmó el mandatario.
“Esto del ducto Tula-Toluca que se llena y al poco tiempo se queda sin presión porque se lo chuparon, se chuparon todo el combustible. Porque es una coladera, porque a lo largo del ducto tienen las instalaciones para robarse el combustible”, agregó.
Se envió a 3.200 infantes de Marina para que vigilen los oleoductos y las refinerías. En un patrullaje, los militares ahuyentaron a personas que intentaron ingresar a unas instalaciones de la paraestatal Pemex para extraer gasolina de una perforación ilegal realizada a un ducto allí.
Los ladrones se echaron a correr cuando llegaron los infantes de Marina, lo que ilustra un enorme problema en el combate a este delito: relativamente pocas personas están siendo arrestadas o encarceladas por los robos. Las autoridades dijeron que tienen 1.700 casos abiertos por este problema, pero no aclararon cuántos arrestos han efectuado.
López Obrador dijo que los ladrones también perforaron un oleoducto en la Ciudad de México, aparentemente en un almacén construido ilegalmente encima del ducto.
“Esto es lo que estamos enfrentando, por eso nos está costando trabajo detectar dónde está esa fuga, dónde está esa toma clandestina”, afirmó López Obrador, que lanzó una ofensiva contra el robo de combustible _el cual alcanza el equivalente a 3.000 millones de dólares al año_ después de que asumió el puesto el 1 de diciembre. En los primeros 10 meses de 2018, los ladrones hicieron 12.581 perforaciones ilegales.
El nuevo gobierno cerró los ductos para detectar y desalentar los robos, apoyándose más en la entrega de combustible con camiones cisterna. Pero no hay suficientes vehículos, y en varios estados continuaban las largas filas de vehículos en las gasolineras.
Para reforzar su labor, el gobierno está adquiriendo 500 camiones cisterna adicionales para transportar gasolina y diésel mientras los ductos están cerrados, y las autoridades están coordinándose con compañías ferroviarias privadas para transportar el combustible, señaló el presidente.
López Obrador dijo que la próxima semana visitará personalmente los poblados ubicados junto a un oleoducto crucial como parte de un intento de convencer a los habitantes de que no participen en los robos.
A pesar de la enorme molestia de tener que hacer fila en las gasolineras, el costo político de la ofensiva no ha sido tan elevado como se esperaba. Muchos mexicanos dicen comprender la necesidad de combatir a los ladrones.
“Ha sido extraordinaria la respuesta de la gente. Así los abrazo a todos, porque ningún gobierno podría solo enfrentar un flagelo como este robo descarado, excesivo, impune, de gasolina, de diésel, de combustibles, que se llevaba a cabo. Sólo con la gente, con los ciudadanos”, afirmó López Obrador.
El gobierno obtuvo el respaldo inesperado el miércoles de los gobernadores de varios estados que han sido más afectados por la escasez de carburantes. Los del Estado de México y de los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro se reunieron con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para dialogar sobre la escasez, que ya lleva unos 10 días.
“Creo que todos estamos sumados en esta lucha para ayudar al presidente en este combate”, dijo Diego Sinhué Rodríguez, gobernador de Guanajuato.
Pero los costos económicos están aumentando, porque la gente no puede acudir a trabajar ni entregar mercancía debido a la escasez.
En un informe de investigación, el banco Citibanamex indicó que, incluso si el suministro de combustibles se normaliza pronto y hay cierta recuperación, probablemente las pérdidas económicas relacionadas con la escasez terminen siendo de unos 1.200 millones de dólares, el 0,1% del PIB del país.