AMLO anuncia avances en lucha contra robo de gasolina
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el lunes que hay avances frente al problema del robo de combustible en el país, pero se abstuvo de declarar victoria.
Entretanto, continuaban las largas filas frente a las gasolineras en varias partes de México, pero López Obrador pidió paciencia y dijo que las cosas pronto regresarían a la normalidad.
En su rueda de prensa matutina, el presidente mexicano agregó que los patrullajes de seguridad han evitado desde la tarde del viernes que los delincuentes abran nuevas tomas clandestinas en un ducto importante que lleva gasolina desde la costa del Golfo de México hasta la Ciudad de México.
Mariano Avante, de 45 años y conductor un pequeño camión para una compañía de servicios de limpieza, esperó sólo 20 minutos el lunes para llenar su tanque en una gasolinera del barrio Roma, en la Ciudad de México, cuando el día previo personas en otras partes de la ciudad reportaron esperas de cuatro o cinco horas.
“La gasolina ya empezó a llegar”, dijo, conjeturando que había comenzado a pasar el pánico por la gasolina.
Avante, quien dijo que no votó por López Obrador, consideró que era demasiado pronto para juzgar el desempeño del presidente a un mes de haber asumido el cargo. Elogió los esfuerzos de López Obrador para frenar el robo de combustible, pero deseó que lo hubiera planeado mejor para que no se afectara la distribución.
Más de 5.000 miembros de las fuerzas armadas y la policía federal están enfocados actualmente en proteger el oleoducto. López Obrador prometió el lunes continuar con la seguridad reforzada hasta que se normalice la distribución, pero dijo que las condiciones comienzan a mejorar en algunos lugares.
Exhortó a los ciudadanos a evitar las compras de pánico diciendo que “tenemos combustible suficiente, es un asunto de distribución”.
Octavio Romero, director de la compañía petrolera estatal Pemex, exhibió gráficos que mostraban que las ventas de combustible comenzaban a recuperarse en algunas partes importantes del país.
Jalisco, estado donde se ubica Guadalajara _ la segunda ciudad más grande del país _ tuvo caídas de hasta 40% en la venta de gasolina y en días recientes recuperó cerca de la mitad de eso. En la ciudad se llegaron a ver filas de hasta 2 kilómetros (1,2 millas) para cargar combustible.
Saiji Bojórquez pasó dos horas del lunes formado para llenar el tanque de su pickup en Guadalajara, y dijo que sabía que había pasado tanto tiempo porque vio dos episodios de un programa de Netflix mientras esperaba.
"Todos hemos sido respetuosos, nadie se ha metido en los lugares”, dijo Bojórquez. “Y aprendes a ahorrar gasolina, a exigir mejor transporte público y yo traigo mi bicicleta ahí atrás para de una vez inflarla”.
Para aquellos cuyo trabajo depende de mantener los tanques llenos, los desabastos han sido frustrantes.
“La gasolina es parte de nuestro trabajo y de aquí sale nuestro sustento. “, dijo César Pérez, quien entrega comida en motocicleta para Uber Eats y seguía formado después de una hora de espera. “Es de echar gasolina casi de diario. Y sí nos ha afectado un poco; pero esperemos que esto sea para bien del país".
El Estado de México, en las afueras de la capital, tiene la población más grande del país y el mayor volumen de ventas. Perdió mucho más de la mitad de sus ventas cuando un importante oleoducto fue cerrado el 3 de enero y solo aumentó un poco el sábado, según los datos de Romero. Agregó que las ventas en el estado de Michoacán se habían recuperado casi a los niveles normales.
Los volúmenes de venta en la Ciudad de México alcanzaron casi los niveles normales el sábado, pero el sistema todavía intentaba recuperarse de un día previo en que las ventas diarias, que suelen ser de unos 10 millones de litros (2,6 millones de galones), bajaron a apenas 1 millón de litros.
“Tuvimos problemas en estos días” en Ciudad de México, dijo Romero. “La verdad es que agotamos los inventarios de la ciudad”. Dijo estar confiado en que en unos cuantos días las cosas regresarán a la normalidad en la capital.
“Estamos en la conclusión de que si vigilan los ductos, se resguardan, pueden operar con más eficiencia”, dijo Romero.
El domingo, la nueva jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum causó preocupación entre algunos electores al exhortar a los conductores a apegarse a un calendario en el que se abastecerían de combustible una vez a la semana de acuerdo al último dígito de la matrícula de sus vehículos, al igual que sucede con el sistema de control de emisiones contaminantes que prohíbe que los autos circulen un día a la semana.
Fue cuidadosa en resaltar vía Twitter que solo era un calendario “SUGERIDO” para ayudar a que las personas obtuvieran combustible “de manera más ordenada”, pero algunos percibieron la medida como un plan de racionamiento y realizaron comparaciones poco halagadoras con Venezuela, en donde se han registrado desabastos de todo tipo de productos básicos en medio de una profunda crisis económica en los últimos años.
El robo de combustible se volvió un problema enorme para México. Entre enero y noviembre del año pasado, 65.000 barriles de combustible eran robados al día, según cálculos de la empresa. La gran mayoría se perdió debido a las perforaciones ilegales de los oleoductos.
A principios de diciembre, hubo un día en que Pemex calculó que se robaron 126.000 barriles de combustible. En días recientes, se han robado entre 3.400 y 6.700, según la compañía.
López Obrador juró tomar la delantera a los ladrones de combustible y hace unos días intentó quitarles sus provisiones al cerrar importantes oleoductos. Sin embargo, los camiones cisterna utilizados para distribuir el combustible no pudieron hacerlo a los mismos niveles. Comenzó a haber desabasto y compras de pánico.
Los camiones de gasolina que parecían estar involucrados en el robo de combustible ahora son confiscados y entregados a Pemex. En Jalisco, las autoridades arrestaron el lunes a una persona en posesión de alrededor de 28.000 litros (7.400 galones) de gasolina, aparentemente de origen ilícito.
Las autoridades anunciaron también que hay casos abiertos contra tres altos funcionarios de Pemex responsables de monitorear los oleoductos. No fueron identificados.
En Ciudad de México, los ánimos comenzaban a tranquilizarse el lunes entre los conductores. La mayoría expresaron apoyo a los esfuerzos de López Obrador para enfrentar a grupos delictivos que trafican con el combustible robado.
Dulce Escamilla, una empleada federal de 38 años que dijo que votó por López Obrador, minimizó la escasez de gasolina como un inconveniente menor a cambio de un objetivo más alto. “Ya lo tenemos como presidente y lo tenemos que apoyar”, dijo mientras llenaba su pequeña motoneta con cinco litros de gasolina en una gasolinera de Pemex.
“Si el gobierno hace un cambio para el bien del consumidor, vale la pena”, agregó.
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Los periodistas de The Associated Press Rogelio Navarro en Guadalajara y Christopher Sherman en Ciudad de México contribuyeron a este despacho.