Jefe de Congreso dispuesto a asumir presidencia de Venezuela
CARACAS (AP) — El titular de la Asamblea Nacional dijo el viernes que está preparado para asumir la presidencia de Venezuela temporalmente en reemplazo del mandatario Nicolás Maduro, cuya inauguración para un segundo mandato fue descalificada por la mayoría de los países del hemisferio.
Maduro desestimó el intento del jefe del congreso opositor y calificó su acto como un “show” dirigido, según el gobernante socialista, a generar desestabilización.
Juan Guaidó afirmó que está dispuesto a asumir la presidencia tras considerar que así lo establece la ley fundamental del país y acusar a Maduro de “usurpador”. Sostuvo, empero, que deben ser el pueblo, las fuerzas armadas y la comunidad internacional “que nos lleven a asumir claramente el mandato”.
La declaración de Guaidó fue respaldada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, quien en su cuenta de Twitter afirmó: “saludamos la asunción de @jguaido como presidente interino de Venezuela” y agregó que “tiene nuestro apoyo, el de la comunidad internacional y del pueblo de Venezuela”.
“Esto es un show” replicó después Maduro, agregando que con ello se busca “jugar a la desestabilización”.
Durante una concentración con opositores Guaidó también hizo un llamado a las fuerzas armadas a que no reconozcan a Maduro como presidente. “Hay alguien que rompió la cadena de mando y ustedes lo saben”, agregó.
Al grito de “Maduro dictador” y “Guaidó presidente” varios miles de opositores se concentraron frente a las oficinas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en el este de Caracas, para participar en un “cabildo abierto” convocado por la Asamblea Nacional -controlada por la oposición-.
Maduro, de 56 años, prestó la víspera juramento como presidente para su segundo sexenio ante el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el oficialismo. Aunque la constitución obliga al presidente a jurar ante la Asamblea Nacional, el máximo tribunal sentenció que el acto no podía hacerse en esa instancia porque los congresistas opositores estaban en “desacato” y sus actos eran “nulos”.
Mientras Maduro juraba, la OEA aprobó una resolución desconociendo la legitimidad de su segunda presidencia y Paraguay resolvió romper relaciones diplomáticas. Argentina, sin romper relaciones, prohibió el ingreso de integrantes de alto nivel del gobierno venezolano, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El canciller Jorge Arreaza consideró a la resolución de la OEA un “peligroso precedente” para la región y acusó el viernes a Estados Unidos de emprender “prácticas de coerción” para promover una “criminal campaña de agresión” contra Venezuela.
Además de las crecientes presiones externas, Maduro enfrenta un panorama interno complejo debido a una profunda crisis económica y social dominada por una hiperinflación de siete dígitos y una fuerte recesión.
Maduro criticó el viernes, por otra parte, un incidente de violencia que se registró la víspera en la embajada de Venezuela en Lima, y exigió a las autoridades peruanas detener y enjuiciar a los implicados en “asalto” a la sede diplomática. Asimismo, solicitó al gobierno de ese país una “disculpa pública, enérgica” y las garantías para las representaciones diplomáticas venezolanas.
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La periodista de AP en Buenos Aires, Débora Rey, contribuyó a este despacho.