AMLO: ni un paso atrás en disputa por combustibles
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente de México Andrés Manuel López Obrador juró el jueves que no retrocederá en su batalla contra las pandillas que roban combustible mientras continúa el desabasto de gasolina y diésel en México.
López Obrador dijo que el sabotaje de un oleoducto crucial para Ciudad de México es la causa de las largas filas en las gasolineras, que han colmado la paciencia de muchos conductores.
“No va a haber marcha atrás, ni un paso atrás”, dijo el presidente. “Vamos a enfrentar este flagelo”. Antes había calculado que las tomas ilegales perforadas en los oleoductos del gobierno, así como el robo de las refinerías y depósitos de distribución, le cuestan a México 3.000 millones de dólares al día.
Pidió el apoyo de la gente que vive en las comunidades que ganan dinero con el robo de combustible, sea actuando como centinelas o protegiendo a los ladrones contra las redadas policiales y del ejército.
“Hago un llamado a todos los pobladores de las comunidades... Queremos que desde abajo y con la gente se acabe con este mal, con este vicio”, dijo López Obrador. Quiero “pedirles apoyo. Que, si obtenían algunos ingresos por participar en estas actividades ilícitas, que estos mismos ingresos, limpios, los van a obtener con programas para la creación de empleo”.
El presidente, quien comenzó a combatir el robo de combustible después de ocupar el mando el 1 de diciembre, no dijo quién estaba tras el sabotaje del oleoducto que suministra a la capital con combustible desde la costa del Golfo de México.
“Hubo un sabotaje a un ducto... Se reparó, ayer lo comenté, se restableció el servicio ayer todo el día y volvieron a bloquear, volvieron a afectar el ducto”, dijo.
Agregó que las pandillas se han vuelto tan sofisticadas que operaban su propia terminal petrolera en el norte de México para almacenar el combustible robado.
López Obrador ha comenzado a cerrar los oleoductos llenos de conexiones ilegales, pero reconoció que es más difícil detectar dichas tomas cuando los oleoductos están cerrados.
Las autoridades distribuyen el combustible con camiones cisterna, pero no hay suficientes para cubrir la demanda.