Israel intenta acabar con la poligamia entre los beduinos
LAKIYA, Israel (AP) — En el aniversario de bodas de Hadra al-Faqira, semanas antes de que naciera una de sus hijas, su esposo se fue y se casó por segunda vez.
No lo ha visto desde que se mudó calle abajo en su polvoso pueblo beduino y comenzó una nueva familia, en la que tuvo siete hijos más.
“No puedo soportar pensar en ella”, dijo al-Faqira de la segunda esposa. “Él destruyó mi hogar cuando inició otro”.
Aunque Israel declaró ilegal la poligamia hace décadas, es generalizada en el empobrecido sector beduino.
Ahora el país intenta acabar con esa vieja costumbre al someter a juicio por primera vez a los polígamos beduinos. Pero muchos de ellos, que se quejan de ser víctimas de negligencia y discriminación sistemáticas por parte de los gobiernos israelíes, sólo lo consideran un complot para contener su crecimiento poblacional y criminalizar a los miembros de la comunidad.
La directora general del Ministerio de Justicia de Israel, Emi Palmor, quien dirige la campaña, dice que está decidida a aplicar la ley, pero intenta hacerlo tomando en cuenta el sentir de la comunidad. Dijo que ha pasado dos años investigando el tema y analizando posibles soluciones con activistas beduinos.
“La comunidad beduina es el único lugar en este país donde la poligamia es aceptada, abiertamente, expuesta, y nadie se avergüenza de ello”, dijo. “Es un tema delicado, pero tiene que terminar”.
Los críticos de la campaña, incluidas las mujeres beduinas opuestas a la poligamia, desconfían de los motivos del gobierno y del momento para implementarla.
“Es sencillo: la poligamia significa que habrá más niños beduinos, y eso significa que habrá más preocupaciones demográficas desde una perspectiva sionista”, dijo la abogada Rawia Aburabia, especializada en derechos humanos.
Los beduinos, descendientes de tribus nómadas, forman parte de la minoría árabe de Israel de 1,8 millones de personas, aproximadamente 20% de la población total. Unos 240.000 viven en el desierto del Néguev, muchos en campamentos improvisados sin electricidad, drenaje ni agua potable.
La mayoría de los beduinos huyeron o fueron expulsados de lo que ahora es Israel durante la guerra árabe-israelí de 1948. Israel no reconoció sus peticiones de tenencia de tierras, y muchos de los que se quedaron viven en aldeas no reconocidas, privados de servicios básicos y vulnerables a órdenes de desalojos del gobierno y demoliciones de casas, dijo el activista comunitario Yusef Abu Jafar.
Entre 20% y 30% de los hombres beduinos practican la poligamia, según cifras oficiales, y en algunas aldeas esa tasa alcanza hasta 60%. La poligamia beduina se realiza de diversas formas: desde varias esposas cohabitando bajo el mismo techo hasta hombres que se van con una segunda cónyuge sin voltear atrás.
Los beduinos son musulmanes y el islam permite que un hombre tenga hasta cuatro mujeres, aunque la práctica varía mucho entre las diferentes comunidades, muchas veces dependiendo del nivel educativo y del ingreso.
La familia de Al-Faqira, de 47 años, la casó a los 16 años. Tras ocho años de matrimonio y cuatro hijos, su esposo la dejó, diciendo que su familia prefería que tuviera una esposa más joven y rica. En la última década se ha negado a verla, y tampoco ve a los hijos que tuvieron _ahora de más de 20 años_, afirmando que “ya no son su problema”, indicó la mujer.
Al-Faqira dijo que sus hijos han caído en las drogas y la delincuencia. Afirma que la dura competencia con la segunda pareja de su esposo ha ocasionado ataques físicos contra su familia.
La poligamia de su esposo, dice, “desató la violencia en mi vida”.