EEUU: 2da vez que se arroja gas lacrimógeno a migrantes
TIJUANA, México (AP) — Poco después de que las personas levantaron sus copas para brindar por el Año Nuevo, unos 150 migrantes se reunieron en Tijuana frente a la barda fronteriza para intentar cruzar hacia Estados Unidos, muchos de los cuales eran solicitantes de asilo hartos de esperar tanto tiempo a que se procesen sus solicitudes.
Del otro lado, agentes de la Patrulla Fronteriza con uniformes camuflados, lentes de visión nocturna y fusiles de asalto les gritaban: “¡No Salten. Es Peligroso. Échense atrás!”, en español. Los activistas estadounidenses que acompañaban a los migrantes les gritaron en inglés a los agentes que no arrojaran gases lacrimógenos porque había niños presentes.
Varios migrantes intentaron escalar el cerco de metal, lo que provocó que los agentes dispararan las primeras rondas de gases lacrimógenos. Después de que los migrantes se acercaron nuevamente al muro, las autoridades dispararon una segunda ronda... luego otra más.
Los migrantes huyeron gritando, llorando y tosiendo. Una madre estaba frenética después de perder por un instante a sus hijos entre el humo denso y la oscuridad.
“Los niños lloraban”, dijo José Fajardo Anariba, de 16 años, originario de Tegucigalpa, Honduras. “No iban a aguantar”.
La confrontación del martes fue la segunda ocasión en poco más de un mes que las autoridades estadounidenses arrojan gases lacrimógenos hacia territorio mexicano. Los actos provocaron fuertes críticas de políticos y activistas en ambos lados de la frontera y planteó preguntas sobre el uso de la fuerza contra migrantes.
“Utilizar gas lacrimógeno en contra de hombres, mujeres y niños que buscan protección es cruel e inhumano”, dijo Justin Mazzola, de Amnistía Internacional, en un comunicado.
Durante una reunión de gabinete el miércoles en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump dijo que el enfrentamiento demostró que “las personas intentaron arremeter contra la frontera y no pudieron”. Con un muro completo, nadie podría ingresar a menos que fuera un “campeón de salto con pértiga”.
Dijo que la frontera actual es “como un colador” y destacó que el gas lacrimógeno estuvo “volando” durante la noche para disuadir a los migrantes. Afirmó que es “muy difícil” mantener fuera a los migrantes.
Trump exponía sus argumentos para recibir del Congreso 5.600 millones de dólares para la construcción de un muro en la frontera y prometió que el cierre parcial de gobierno, en su 12do día, durará “lo que sea necesario” hasta que obtenga los fondos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) dijo que se utilizó gas lacrimógeno, gas pimienta y bombas de humo en contra personas que arrojaban piedras y no contra los migrantes que intentaban cruzar. La agencia señaló que no pudo evitar que los niños que eran pasados por encima del alambre de púas salieran lastimados, debido a que les estaban arrojando piedras.
Varios adolescentes, envueltos en chaquetas gruesas, cobertores y colchonetas, también cruzaron el alambre de púas.
Un fotógrafo de The Associated Press vio que se lanzaron rocas solo después de que los agentes estadounidenses arrojaron el gas lacrimógeno. La CBP informó que revisaría el incidente para garantizar apego a las políticas de uso de fuerza de la agencia.
La agencia informó que 25 migrantes fueron detenidos, mientras que otros regresaron a México a través de un hoyo en la cerca fronteriza. Un fotógrafo de AP vio a los migrantes levantar las manos o colocarlas detrás de la cabeza después de cruzar el muro a la espera de la llegada de los agentes.
Fajardo Anariba dijo que intentará cruzar la frontera otra vez. Su madre fue asesinada en Honduras y no tiene nada en su país natal, afirmó.
Desde que una caravana de migrantes centroamericanos llegó a Tijuana el mes pasado después de recorrer el resto del territorio mexicano a pie, las detenciones fronterizas diarias en el sector de San Diego se han incrementado en casi 45%. Actualmente los agentes detienen a unos 150 migrantes al día, en comparación con los 105 diarios que se registraron en 2018, indicaron las autoridades.
Muchos de los migrantes esperan en Tijuana para solicitar asilo en Estados Unidos, pero existe un rezago de casi 3.000 casos en el procesamiento de las peticiones en el cruce de San Diego desde antes de que la caravana llegara.
Algunos cuantos han hallado empleo en México y han tratado de asentarse. Pero miles de ellos aún permanecen en un campamento de Tijuana y están cada vez más frustrados por los tiempos de espera para solicitar asilo.
En un incidente anterior, los agentes de Estados Unidos lanzaron gas lacrimógeno hacia territorio mexicano después que algunos migrantes trataron de cruzar la frontera tras una marcha pacífica organizada en Tijuana el 26 de noviembre. La manifestación fue para exigir a las autoridades estadounidenses que aceleraran el proceso de las solicitudes de asilo en los cruces fronterizos oficiales.
Las autoridades estadounidenses procesan menos de 100 solicitudes al día en el cruce de San Diego, el más ajetreado del país.
El uso de la fuerza por parte de la CBP ha ido en declive desde que alcanzó su punto más alto durante el año fiscal 2013, en el que se utilizaron armas de fuego en 45 ocasiones en comparación con los 14 casos durante los primeros 11 meses de 2018, según estadísticas del gobierno. Desde entonces, los agentes han sido entrenados para utilizar métodos mucho menos letales como toletes, gas lacrimógeno y gas pimienta.
Los datos incluyen tanto a agentes de la Patrulla Fronteriza desplegados entre los puertos de ingreso como a los responsables de los cruces fronterizos. Las cifras más recientes, que no incluyen los incidentes de este mes, también muestran un importante descenso en el uso de métodos menos letales, en comparación con 2013.
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Watson reportó desde San Diego. La periodista de Associated Press Colleen Long en Washington también contribuyó con este despacho.