Sudán: Miles se manifiestan contra gobierno de Bashir
EL CAIRO (AP) — Miles de personas salieron el viernes a las calles de una veintena de vecindarios de Jartum, la capital de Sudán, para exigir la renuncia del presidente Omar Bashir, según activistas, manteniendo la presión sobre el general autócrata convertido en presidente y que ha permanecido en el poder durante casi 30 años.
Los activistas señalaron que cientos de personas también se manifestaron el viernes en la ciudad de Atbara, al norte de Jartum; en Obeid, en la provincia occidental de Kordofán del Norte, y en Wad Madani, al sur de la capital. Los activistas hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Señalaron que la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes en Omdruman, un suburbio de Jartum que tradicionalmente ha sido un foco de disidencia. No se reportaron víctimas.
Las protestas del viernes fueron las más recientes de una serie de manifestaciones que iniciaron el 19 de diciembre en gran parte del país, primero en contra del alza a los precios de los combustibles y el desabasto, pero que posteriormente se tornaron contra Bashir, quien ha permanecido en el poder desde que encabezó un golpe militar en 1989.
Las manifestaciones coinciden con el deterioro de la situación económica que desencadenó una importante devaluación, la carestía de combustibles y un enorme incremento en el precio del pan, un alimento esencial para la mayoría de los sudaneses.
El gobierno asegura que las elecciones son el único medio legítimo para un “cambio de régimen” e insiste en que “elementos subversivos” se han infiltrado en las manifestaciones pacíficas. Legisladores leales a Bashir buscan apoyo en el congreso para enmiendas constitucionales que le permitan a Bashir, quien tiene 74 años, postularse a los comicios de 2020.
Amnistía Internacional, con sede en Londres, dijo que cuenta con “reportes confiables” que demuestran que 37 personas fueron asesinadas durante los primeros cinco días de protestas. Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Noruega han expresado su preocupación por el uso de fuerza en contra de manifestantes y exigen una investigación.
