Minas terrestres, los asesinos ocultos de la guerra en Yemen
ADEN, Yemen (AP) — Están al acecho bajo desiertos cambiantes de arena, entre escombros en caminos urbanos y dentro de escuelas abandonadas, y algunas explotan al menor contacto.
Se desconoce la ubicación exacta de la mayoría de las minas terrestres dispersadas por los rebeldes hutíes de Yemen y permanecerán como una amenaza incluso si el más reciente esfuerzo de paz rinde frutos, de acuerdo con personas involucradas en su erradicación.
Mientras que el uso que los hutíes le dan a los misiles Scud y otros proyectiles reequipados ha llamado la atención porque han alcanzado blancos dentro de Arabia Saudí, el amplio uso que le dan a las minas representa un riesgo para las generaciones futuras en el país árabe más pobre del mundo.
“Hoy las minas existen en cada área de Yemen”, dijo a The Associated Press Ousama al-Gosaibi, responsable de Masam, un proyecto con financiamiento saudí para desactivar minas, durante un viaje a Adén, una ciudad en el sur, organizado por el ejército saudí. “No se está utilizando como mecanismo de ofensa o defensa. Se está utilizando para aterrorizar a la población local en todo Yemen”.
Un funcionario hutí reconoció que los rebeldes usan bastante las minas, pero dijo que los bombardeos sauditas han dejado una ordenanza que es igual de letal.
La guerra de Yemen enfrenta a los hutíes alineados con Irán contra el gobierno reconocido internacionalmente, que está respaldado por una coalición liderada por Arabia Saudita y apoyada en el terreno por los Emiratos Árabes Unidos.
Más de 60.000 personas han muerto en la guerra desde 2016, según ACLED, un proyecto estadounidense de registro de datos sobre conflictos bélicos. La lucha ha desplazado a 2 millones, generado una epidemia de cólera y llevado al país al borde de la hambruna. Muchas muertes de civiles han sido atribuidas a ataques aéreos dirigidos por Arabia Saudita, que ha bombardeado mercados, centros de salud y bodas.
Entre los peligros que enfrentan los combatientes y los civiles están las minas terrestres. Los hutíes saquearon las armerías del gobierno cuando capturaron gran parte del norte de Yemen, incluidas vastas reservas de minas antitanques. También hay minas antipersona dispersas por todo el país, a pesar de que el gobierno pertenece a una convención internacional de 1997 que prohíbe su uso.
Un panel de expertos de Naciones Unidas dijo en 2016 que los hutíes plantaron minas terrestres cuando salieron de Adén. Desde entonces, las minas terrestres y otros explosivos plantados por los hutíes han matado al menos a 222 civiles y herido a 114, según ACLED.