Tras impasse, EEUU permite a 6 hondureños pedir asilo
TIJUANA, México (AP) — Las peticiones de asilo de seis hondureños fueron aceptadas el martes para ser procesadas, poniendo fin a un impasse de 17 horas que involucró a las autoridades, los migrantes y dos legisladores que los apoyaban en una pequeña franja de territorio estadounidense en la frontera del país con México.
Los hondureños acamparon en el cruce fronterizo Mesa de Otay de San Diego, del otro lado de una placa que marca el límite internacional en un muro al lado del cual pasan los peatones antes de llegar a los inspectores. Se les unieron los representantes federales Nanette Barragan y Jimmy Gomez, ambos demócratas de California.
“Estaban en territorio estadounidense y básicamente les impedían pedir asilo”, dijo Barragan en un video publicado en Twitter que dijo fue grabado alrededor de las 2:40 de la madrugada.
Los solicitantes de asilo llegaron al cruce la tarde del lunes y después de varias horas los inspectores estadounidenses acordaron procesar las peticiones de ocho niños sin acompañante adulto, y de una madre y sus cinco hijos, dijeron los abogados. En un inicio, se les impidió el ingreso al país a seis más, quienes se sentaron sobre frazadas en una fría noche antes de que las autoridades aceptaran procesar sus solicitudes.
“Los niños están enfermos, lloran, han tenido que usar el baño”, dijo la noche del lunes Nicole Ramos, abogada de la organización de servicios legales Al Otro Lado que trabaja a nombre de los migrantes. “Hemos tenido que conseguirles frazadas y comida”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no comentó sobre el estatus de los hondureños solicitantes de asilo, pero las autoridades dicen que sus peticiones son procesadas tan rápido como es posible.
El impasse puso de manifiesto una práctica estadounidense de limitar el ingreso a los solicitantes de asilo en los cruces oficiales cuando se encuentran al máximo de su capacidad, a lo cual las autoridades le llaman “medición” o “manejo de filas”. Niegan enfáticamente que estén rechazando a solicitantes de asilo _algo que está prohibido por las leyes estadounidenses y el derecho internacional_, y dicen que sólo les están pidiendo que aguarden temporalmente en México.
La CBP dice que un enorme aumento en las solicitudes de asilo ha exigido al máximo los recursos con que cuenta. El número de personas que dicen tener miedo de regresar a su país de origen _el paso inicial para pedir asilo_ aumentó 67% en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal que finalizó el 30 de septiembre, a 92.959 peticiones en comparación con 55.584 el año previo.
Los detractores sostienen que la CBP limita el número de peticiones de asilo para desanimar a la gente a que llegue.
En San Diego, las autoridades estadounidenses canalizan las solicitudes de asilo a través del cruce fronterizo de San Ysidro, el de mayor actividad en Estados Unidos. Los migrantes que desean el asilo manejan ellos mismos la lista de espera en un cuaderno maltratado en Tijuana.
Ya había una lista de 3.000 personas aguardando en San Ysidro incluso antes de que una caravana con más de 6.000 individuos llegara a esa parte de la frontera el mes pasado. En ese cruce suelen procesarse de 60 a 100 solicitudes por día, lo que significa que muchos tendrán que aguardar en Tijuana durante meses.
La gente que se presenta en el otro cruce en la ciudad, el de Mesa de Otay, es canalizada al de San Ysidro. Pero el grupo del lunes sí logró pisar suelo de Estados Unidos, lo que usualmente significa que son transferidos a San Ysidro para que sus solicitudes sean procesadas de inmediato.
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El periodista de The Associated Press Elliot Spagat en San Diego contribuyó a este despacho.