Con apretón de manos, Ramos convenció a Mets
NUEVA YORK (AP) — Wilson Ramos convenció a los Mets de Nueva York desde el momento de la semana pasada en que se encontró con sus dirigentes, durante las reuniones invernales, en una suite de Las Vegas.
“Fue su apretón de manos”, rememoró el martes el nuevo gerente general de los Mets, Brodie Van Wagenen, durante la conferencia de prensa en que presentó a Ramos como nuevo cátcher del club. “Como algunos de ustedes sabrán quizás, este tipo tiene unas manos realmente grandes, y fuertes, como si fueran guantes en vez de manos”.
Ramos llegó a un acuerdo por dos años y 19 millones de dólares. Es el cuarto fichaje destacado de Nueva York desde finales de octubre, cuando Van Wagenen asumió su puesto.
Los Mets adquirieron al intermedista dominicano Robinson Canó y al cerrador boricua Edwin Díaz, procedentes de Seattle. Además, trajeron de vuelta a Jeurys Familia, para que se desempeñe como relevista preparador.
“En el nivel interno, argumentaríamos que somos los favoritos ahora en la división”, dijo Van Wagenen al canal del equipo SNY.
Ramos mostró su carácter decidido en la conversación, según Van Wagenen. En el encuentro participaron también el manager Michek Callaway y otros ejecutivos de Nueva York.
El venezolano lució como si estuviera en casa durante la conferencia de prensa en que se le presentó en el Citi Field. Vestía camisa y zapatos deportivos, y se puso el jersey de los Mets con el número 40 _luego que el pitcher Jason Vargas accedió a cambiarlo por el 44.
Ramos sostuvo que se ha recuperado plenamente de una ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, sufrida en septiembre de 2016, que retrasó hasta finales de junio su primera aparición en la campaña siguiente.
“Ahora me siento al 100%”, aseveró. “He trabajado realmente duro, he entrenado verdaderamente bien en Florida. Eso hizo que sintiera la confianza de trabajar con cada parte de mi cuerpo, no sólo la rodilla”.
Ramos tiene un largo expediente de lesiones. Su temporada de 2012 se cortó el 12 de mayo, cuando se rompió el menisco medial de la rodilla derecha, al correr tras un pasbol. Al año siguiente, ingresó dos veces en la lista de los lesionados, después de sufrir un tirón en el muslo izquierdo.
En el encuentro inaugural de la temporada de 2014, fue impactado por un piconazo de foul que le fracturó el hueso ganchoso de la mano izquierda, y no volvió sino hasta el 7 de mayo.
Y en junio de aquel año se ausentó dos semanas por un tirón en el muslo derecho.
El grave problema en el ligamento de la rodilla llegó en 2016, cuando Ramos cayó descompuesto mientras atrapaba un tiro. Se perdió otro mes de actividad recién el verano pasado, por una distensión del muslo derecho.
“Hicimos mucha investigación sobre su expediente médico”, comentó Van Wagenen. “Evidentemente le realizamos a él un examen médico y fuimos capaces de obtener un video realmente detallado de algunos de los entrenamientos que llevó a cabo en este receso entre temporadas”.
La llegada de Ramos podría derivar en que Nueva York coloque ocasionalmente a Travis d’Arnaud en la antesala o el jardín izquierdo. El club podría probar también con tres receptores, en caso de que no prescinda de Kevin Plawecki.
El acuerdo con Ramos incluye un bono de dos millones de dólares por plasmar su firma. Ese dinero le sería entregado el 1 de julio. Su salario será de 6,25 millones de dólares en 2019 y de 9,25 millones en 2020.
Los Mets tienen una opción de 10 millones para 2021, con una cláusula de rescisión de 1,5 millones. Ramos obtendría premios de medio millón de dólares en cada campaña si totaliza 100 juegos de inicio como cátcher.
Nueva York buscaba bateo derecho ante la ausencia de Yoenis Céspedes. El cubano estará fuera de combate durante buena parte de la próxima temporada, mientras se recupera de cirugías en ambos talones.
Van Wagenen dijo que Ramos, de 31 años, es “un tipo que puede mantenernos a flote en ese costado del plato hasta que Céspedes vuelva”.
Ramos bateó para .306, con 15 jonrones y un OPS de .845 durante la temporada anterior, con Tampa Bay y Filadelfia.
En noviembre de 2011, Ramos fue secuestrado en su país, y se le rescató dos días después. El receptor eludió una pregunta acerca de si él y su familia necesitaban medidas especiales de seguridad.
“Me siento cómodo viviendo aquí en Estados Unidos”, comentó. “Mi familia está contenta y no voy a prestar mucha atención a lo otro... Quiero concentrarme en mi juego, en mi trabajo”.