ALBA busca fortalecerse contra la derecha en Latinoamérica
LA HABANA (AP) — Los países de América Latina que pertenecen al ALBA-TCP, un mecanismo de integración que suele resistirse a las políticas de Washington, se reunieron el viernes en Cuba en una época en que la derecha gana espacios en el continente y varias de las naciones que integran el grupo se encuentran sancionadas por Estados Unidos.
Encabezados por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se presentaron a la isla el venezolano Nicolás Maduro, el nicaragüense Daniel Ortega, el boliviano Evo Morales y varios otros altos funcionarios de la decena de países que forman parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
“Necesitamos articular planes, proyectos”, dijo el anfitrión Díaz-Canel durante un discurso de bienvenida a sus aliados en la región.
“El ALBA-TCP es un bastión infranqueable contra los intentos de las fuerzas reaccionarias de aislar a Venezuela y Nicaragua”, agregó Díaz-Canel, quien destacó que, incluyendo a Cuba, varias naciones del grupo fueron sancionadas de manera unilateral por Estados Unidos y sus corporaciones para presionar cambios en sus modelos de gobierno.
Creada por los expresidentes Fidel Castro y Hugo Chávez, la organización multilateral se inició como una unión de resistencia a una zona de libre comercio en todo el continente bajo influencia estadounidense.
Junto con el crecimiento de sus miembros y a medida que gobiernos de izquierda asumieron las presidencias de algunos países en la década pasada, el ALBA-TCP no sólo se convirtió en un mecanismo de concertación política, sino también en uno de cooperación sur-sur que sirvió tanto para formar médicos y apoyar la reconstrucción de pequeñas islas del Caribe azotadas por huracanes como para fijar posiciones en bloque en las Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos.
“Si no hubiera sido por el ALBA, el imperialismo ya hubiera intervenido militarmente en Venezuela”, dijo el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves. Junto a él, Evo Morales exhortó a sus colegas a no desmoralizarse por los avances de la derecha en la región, apelando a la unión del conjunto.
El mecanismo, que creció sólidamente en la pasada década, comenzó a tener una membresía estancada y este año uno de sus socios más activos, Ecuador, pidió retirarse.
Cuba acaba de tener un fuerte encontronazo con el presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y retiró a 8.000 médicos que se desempeñaban en el país sudamericano.
Brasil nunca fue miembro del ALBA-TCP, pero las simpatías de los gobiernos brasileños precedentes hacia el mecanismo fueron disminuyendo, y Bolsonaro expresó su animadversión a la orientación izquierdista de algunos de sus miembros.
La cumbre cerró el mismo viernes con la presencia del exmandatario cubano Raúl Castro, así como con una declaración de los países que iba de la ratificación de la alianza con los gobiernos de Nicaragua y Venezuela a la solidaridad con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, al que calificó de “preso político”.
“Estamos sometidos a grandes presiones”, dijo Maduro al clausurar el evento, refiriéndose a la hostilidad política de Estados Unidos hacia varios países de la alianza. “Preparémonos para ser más fuertes que ellos”.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como: www.twitter.com/ARodriguezAP