Hermano de Macri niega ante juez actos de corrupción
BUENOS AIRES (AP) — Gianfranco Macri, hermano del presidente argentino Mauricio Macri, negó el jueves ante la justicia haber pagado sobornos para obtener la explotación de autopistas en una causa que investiga un supuesto esquema de corrupción integrado por decenas de exfuncionarios y empresarios.
Macri presentó un escrito ante el juez federal Claudio Bonadío, quien lo había citado a declarar junto a su padre, Franco Macri, uno de los empresarios más importantes del país y quien no acudió alegando problemas de salud.
A la salida del juzgado el hermano del mandatario dijo a periodistas que “nunca en mi vida pagué una coima”.
Bonadío citó a los Macri en el marco de la investigación de una red de corrupción en la que decenas de empresarios son sospechosos de haber pagado millonarios sobornos a funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y su sucesora Cristina Fernández (2007-2015) para obtener jugosos contratos en las áreas de infraestructura y transporte.
La citación del octogenario empresario y de su hijo obedece a las declaraciones de Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales, un imputado arrepentido que afirmó que empresarios le pagaban dinero periódicamente para explotar varios corredores viales gestionados con el sistema de peaje, que luego llegaba a manos del presidente Kirchner.
Bonadío debe decidir en los próximos días si procesa o sobresee a Macri, quien según medios periodísticos locales con acceso a la causa señaló que en el periodo que supuestamente se pagaron los sobornos no tenía control sobre las decisiones de dos empresas concesionarias del negocio. Señaló que no ejerció un cargo directivo ni operativo en una de las firmas y que el grupo empresarial de los Macri no tuvo una relación económica con la otra.
Fernández, actualmente senadora de la oposición, fue procesada por el magistrado como supuesta jefa de una asociación ilícita que recaudó millones de dólares de directivos de empresas.
Parte de ese dinero, según el juez, habría sido empleado durante el kirchnerismo para campañas políticas. La exmandataria niega todas las acusaciones y ha apelado la medida, que debe ser revisada por un cámara de segunda instancia. Asimismo sostiene que las afirmaciones de arrepentidos que la involucraron fueron logradas bajo coacción.
Según Bonadío, el dinero ilegal también fue dirigido a comprar jueces, realizar espionaje político y engrosar el patrimonio de Fernández y su marido, fallecido en 2010.
Entre los procesados están ejecutivos de grandes empresas como ellos Angelo Calcaterra, primo del presidente Macri y quien fue dueño de una constructora, y Paolo Rocca, titular del gigante de la construcción y la ingeniería Techint y uno de los empresarios más importantes del país.