Legalizan el comercio callejero en Los Ángeles
LOS ÁNGELES (AP) — Era su 63er cumpleaños, pero en lugar de quedarse en casa para celebrar el miércoles, Andrés García se subió a su camioneta y manejó 40 kilómetros (25 millas) hasta el ayuntamiento de Los Ángeles para ver cómo su pequeño negocio callejero que ha operado durante 15 años finalmente se vuelve legal.
En la ornamentada sala del ayuntamiento, él y más de 200 vendedores ambulantes _o “microemprendedores” como los llama el concejal Curren Price Jr._ se levantaron para aplaudir, abrazarse unos a otros y gritar en español “¡Ganamos, ganamos!”, luego de una votación de 13 a favor y ninguno en contra para legalizar el comercio callejero en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.
“Para nosotros es muy importante”, dijo García sobre los vendedores callejeros de Los Ángeles, cuyo número se estima es de hasta 50.000. “Si alguien se queja, la policía puede venir y tomar toda nuestra mercancía. Nos hacen tirar todas nuestras cosas y perdemos todas las ganancias de ese día”.
En los últimos años, a menudo la policía se había hecho de la vista gorda, señaló García, pero agregó que en el pasado ha sido molestado más de una vez cuando alguien se quejó de que aparta espacio para vender papas fritas, dulces, bebidas y otras cosas en Hansen Dam Park, una popular zona recreativa ubicada en el noreste del Valle de San Fernando.
La aprobación de la ordenanza elimina ese riesgo, pero representa apenas el inicio de un nuevo día para los comerciantes callejeros. La ciudad todavía debe implementar un sistema para emitir permisos a los vendedores y determinar cuánto cobrará por ellos.
“Necesitamos asegurarnos de que estos permisos no cuesten tanto que sean una carga para los comerciantes”, dijo el concejal Bob Blumenfield.
Los Ángeles se sumará así a Nueva York, Chicago, San Francisco, Filadelfia y otras metrópolis en la regulación del comercio callejero, en el que se vende de todo, desde juguetes hasta tacos, camisetas, celulares y cualquier otra cosa que se pueda imaginar.
Por ahora, la nueva ley de la ciudad requerirá que los vendedores se mantengan a una distancia de por lo menos 90 centímetros (3 pies) entre sí, conserven limpia el área que utilizan y no bloqueen las aceras ni impidan que la gente ingrese a los negocios establecidos. Vender artículos ilegales como discos o películas piratas sigue siendo ilegal. Si se venden alimentos, el comerciante debe tener la licencia requerida por el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.
Lourdes Madrigal y otros vendedores dijeron que ya cumplen con esas cosas.
Seis días a la semana se levanta antes del amanecer para llenar una carretilla con sus tamales, tortas, burritos, avena y otros alimentos para desayunar que se sirven con salsa y champurrado.
Madrigal está en la calle a las 4 de la mañana, a tiempo para alimentar a los que gustan desayunar grandes cantidades de comida: los trabajadores de la construcción que se dirigen al centro de Los Ángeles desde el vecindario de Boyle Heights, en el sector este de la ciudad.
“Ahora la gente puede sentirse más cómoda simplemente haciendo su trabajo y sin tener miedo de que les tiren sus cosas”, comentó.