Homenaje póstumo a jugadores de Chapecoense en Colombia
LA UNIÓN, Colombia (AP) — El Atlético Nacional de Medellín y los habitantes de una población en el departamento nororiental de Antioquia rindieron el miércoles un homenaje póstumo a las 71 víctimas, entre ellas 19 futbolistas del club Chapecoense de Brasil, de la tragedia aérea hace dos años.
La aeronave de la compañía boliviana La Mia se estrelló contra un cerro, al aproximarse al aeropuerto José María Córdova de Rionegro, a las afueras de Medellín. Además de los jugadores, perecieron 14 miembros de la comisión técnica y nueve directivos del equipo. Sobrevivieron seis ocupantes: tres futbolistas, una azafata, un técnico de aviación y un periodista.
El piloto del vuelo chárter, proveniente de Bolivia, reportó la falta de combustible, confirmada en distintas investigaciones de las autoridades de Colombia y Bolivia.
La tragedia en la noche del 28 de noviembre de 2016 acabó con el sueño de los integrantes de Chapecoense de enfrentar a Nacional en la final de la Copa Sudamericana. La Conmebol proclamó a Chapecoense como campeón de la Copa Sudamericana y otorgó a Nacional el premio del Centenario de la Conmebol al Fair Play.
A manera de homenaje, Nacional publicó el miércoles un vídeo de 28 segundos con imágenes y sonidos del acto masivo en el estadio Atanasio Girardot de Medellín días después del accidente.
“El fútbol nos puso en competencia pero también nos unió como hermanos. Siempre están en nuestros corazones”, escribió el conjunto verdolaga en su cuenta de Twitter.
Salieron con vida el zaguero Alan Ruschel, el arquero Jackson Follmann quien perdió la pierna derecha, y el defensor Helio Neto. También el periodista Rafael Henzel, la auxiliar de vuelo Ximena Suárez y el mecánico Erwin Tumiri.
Habitantes de La Unión, a 57 kilómetros al sur de Medellín, hicieron un alto en su labor diaria y se congregaron en la plaza del pueblo adornada con camisetas verdes y blanco, los colores de ambos conjuntos. También encendieron velas al lado de fotografías de integrantes del equipo de Chapecó.
Muchos ascendieron al cerro Chapecoense (antes el Gordo), a unos 2.600 metros de altura, rezaron frente a un improvisado altar con cruces y también visitaron el lugar donde se exhiben algunas piezas de la aeronave. Distintos actos estaban previstos, entre ellos una marcha con antorchas y una misa por la noche.
Expresaron su descontento con distintas autoridades del departamento que incumplieron la promesa de levantar un monumento en memoria de las víctimas y suministrar equipos nuevos para los bomberos voluntarios que colaboraron en el rescate.
“Todo fueron promesas pero no se cumplió ninguna”, dijo a los medios mientras la bombera María Teresa Mejía mientras observaba una fotografía del jugador Follmann al lado de su familia.
“Para mí lo más valioso es ver la fotografía de Jackson Follmann, lo rescatamos nosotros (los bomberos). Ojalá se ayude a organizar un museo y la gente venga a visitarnos”, manifestó Mejía al diario El Tiempo de Bogotá.
Juan Carlos Vallejo, representante de la Corporación Binacional de Hermandad La Unión Chapecó, cree que si no fuese por el apoyo de los habitantes de la población ya no habría ningún vestigio del accidente.
Los miembros de la corporación se reúnen en el Café Chapecoense en el que se exhiben camisetas, botines, fotografías, partes del avión, cartas, maletas y otros objetos pero la idea de organizar un museo no la han podido concretar por falta de recursos.