Macri lamenta ???bochornoso??? incidente previo al River-Boca
BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Mauricio Macri lamentó el lunes la suspensión de la final de la Copa Libertadores a causa del ataque de hinchas del club River Plate contra los jugadores de Boca Juniors y criticó a los dirigentes del fútbol que toleran a los violentos.
En una conferencia de prensa, el mandatario calificó de “bochornoso” lo ocurrido el sábado, cuando el autobús que transportaba a los jugadores de Boca fue apedreado por aficionados de River a pocas cuadras del estadio Monumental, sede del encuentro.
“Una vez más, la violencia ha ganado un espacio y no nos queda otra cosa que persistir en rechazar a los violentos y a las mafias que muchas veces están detrás de esta violencia”, dijo Macri, seguidor del club boquense.
El presidente afirmó que hay “fallas en el sistema” de organización de los partidos de fútbol y apuntó contra “parte de la dirigencia (de los clubes) que apaña (tolera) este tipo de cosas, que apaña como una conducta razonable tirar piedras”.
“No puedo resignarme que para organizar un espectáculo deportivo haya que militarizar toda la zona, prácticamente toda la ciudad, es una locura”, enfatizó Macri.
A pocos días de la cumbre de líderes del G20 el viernes y sábado en la capital argentina, los operativos de seguridad quedaron en cuestionamiento luego de la impericia mostrada por la policía durante el ataque de los hinchas de River a los jugadores del club auriazul. El ministro de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Martín Ocampo, renunció el lunes tras los hechos violentos.
Macri aseveró que las autoridades se esforzarán porque “salga bien” la cita de líderes, que consideró una muestra del apoyo internacional al país sudamericano.
Sin ningún cordón de seguridad que los alejara, los violentos pudieron aproximarse al autobús del conjunto visitante y rompieron algunas ventanas. Varios jugadores fueron afectados por fragmentos de los vidrios rotos y por los gases lacrimógenos que la policía capitalina lanzó para contener a los agresores.
El presidente de River, Rodolfo D´Onofrio, declaró que su club no se hace responsable de los incidentes de un grupo acotado de agresores y arremetió contra el gobierno de la capital por la falla del operativo de seguridad.
El partido suspendido el sábado fue reprogramado para el domingo, pero finalmente la Conmebol postergó sin fecha la final por “desigualdad deportiva”. El capitán de Boca, Pablo Pérez, sufrió cortes en los brazos y una lesión ocular y otros jugadores también resultaron heridos o sufrieron vómitos por los gases.
Macri cuestionó también a la justicia por haber liberado a una veintena de detenidos pocas horas después de los incidentes y anunció que reimpulsará un proyecto de ley para que los jueces y fiscales “no se equivoquen al tipificar” un delito y puedan combatir a las barras bravas con mayor contundencia.
Al respecto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que la iniciativa “tipifica como delito penal todas las conductas violentas que se realizan en el marco de un partido de fútbol y aleja a lugares predeterminados a hinchas con prohibición de entrada a los estadios”.
En Argentina rige desde 2013 una prohibición de asistencia de público visitante en la mayoría de los encuentros y prohibiciones de entrada a los estadios para los hinchas que cometen excesos, pero la violencia subsiste y los barrabravas forman organizaciones que mueven millones de pesos en reventa de entradas y otros negocios ilícitos.
Un tribunal disciplinario de la Conmebol resolverá el destino de la final de la Copa Libertadores a raíz de un reclamo de Boca Juniors para que se le dé por ganado el trofeo luego del ataque.