Un neozelandés cruza corriendo todo su país en tiempo récord
WELLINGTON, Nueva Zelanda, EE.UU. (AP) — Con la energía que le daban las papas fritas y las malteadas de chocolate, un neozelandés de 64 años recorrió corriendo todo su país en un tiempo récord de 18 días y ocho horas.
Un exadicto a las drogas, Perry Newburn no es el típico atleta de resistencia.
Su plan de nutrición incluyó abundantes escalas en restaurantes McDonald’s. Llevaba el ritmo en la cabeza en lugar de utilizar un lujoso reloj con GPS. Y su equipo de apoyo durante la mitad de la distancia sólo consistió en su amigo Graeme Calder, que conducía la camioneta Toyota Corolla de Perry delante de él.
Pero Newburn corrió y corrió y corrió, promediando cerca de tres maratones completos cada día a lo largo del recorrido de 2.100 kilómetros (1.300 millas), que concluyó el miércoles. Unas 50 personas corrieron junto a él en diversos puntos, y recaudó varios miles de dólares para una organización de beneficencia enfocada en el autismo.
“Para poder lograr ese tipo de cosas, tienes que tener un carácter inusual”, dijo Bette Flagler, que respaldó a Newburn a lo largo de parte de la ruta en la Isla Norte.
Flagler dijo que Newburn tenía energía para quemar en el clima agradable, pero las cosas se pusieron más intensas cerca del final de su recorrido, ya que enfrentó tormentas de nieve y granizo inusuales en la temporada.
Con frecuencia Newburn ya estaba corriendo a las 4 de la mañana y corría todo el día hasta entrada la noche. Dijo que descubrió el correr después de que dejó la heroína a principios de la década de 1990, luego de 16 años de adicción.
“Correr era una buena forma de despejar mi mente”, afirmó. “Era parte del proceso de poner todo de vuelta en el lugar correcto. Reconstruirme, supongo”.
Ni siquiera fue su carrera más larga: ya cruzó Estados Unidos continental. En septiembre practicó un poco al concluir una carrera de resistencia de seis días en Adelaide, Australia, con una distancia de 573 kilómetros (356 millas) para ubicarse en cuarto lugar.
Su amigo Kashif Shuja dijo que Newburn usó un mapa de papel de 20 años de antigüedad para planear su ruta. Shuja decidió apoyarlo para organizarle el hospedaje, las reuniones con otros corredores y el manejo de las redes sociales.
“Mi trabajo era que él no muriera, y traerlo de vuelta a salvo”, bromeó Shuja. “Lo que ha hecho ha inspirado a miles de personas a hacer más de lo que creen que pueden”.
Newburn dijo que, además de todas las ampollas y algunos dolores, su cuerpo soportó bien la prueba. Lo mejor, dijo, fue conocer personas a lo largo del camino que corrieron con él o le ofrecieron una cama dónde pasar la noche.
“En estos días uno ve tanta negatividad en el mundo, pero con dos o tres días en el camino uno experimenta la grandeza, la positividad, la generosidad de la gente”, afirmó.