Senado argentino debate presupuesto de ajuste para 2019
BUENOS AIRES (AP) — Los senadores argentinos debatían el miércoles el proyecto de presupuesto de 2019 que contempla una reducción del déficit exigida por el Fondo Monetario Internacional y con el que el gobierno busca enviar una señal a los mercados antes de la Cumbre del G-20 en Buenos Aires.
La bancada de senadores que responde al conservador presidente Mauricio Macri tiene el apoyo de un sector del peronismo opositor y de fuerzas provinciales para convertir en ley la iniciativa que fue aprobada por los diputados el 25 de octubre en medio de fuertes cruces verbales dentro de la cámara baja y violentas protestas protagonizadas por militantes izquierdistas a las afueras del recinto.
Bajo la consigna “Hay otro camino”, sindicatos y agrupaciones políticas y sociales se concentraron en el centro de Buenos Aires para protestar contra el presupuesto de “hambre, miseria y desocupación” antes de que comenzara el debate en el senado. Los manifestantes cocinaron en “ollas populares” para repartir el alimento entre los manifestantes.
Una amplia área en torno al Parlamento fue rodeada con vallas para restringir la circulación y evitar el eventual acceso de manifestantes a las inmediaciones del edificio durante el debate.
El gobierno se ha propuesto tener aprobado el presupuesto que busca el equilibrio fiscal en el último año de mandato de Macri pocos días antes de la cita del 30 de noviembre y el 1 de diciembre que reunirá a los 20 países industrializados y en desarrollo. Al encuentro asistirá el presidente estadounidense Donald Trump y mandatarios de otras potencias.
El ajuste que contempla la iniciativa fue un requisito exigido por el FMI para ampliar en 6.300 millones de dólares el préstamo otorgado al país en junio por 50.000 millones en medio de una crisis que generó una fuerte depreciación del peso, y adelantarle fondos con los que afrontar sus obligaciones financieras para evitar un cese de pagos.
“El déficit es el desahorro... y la única forma de dejarlo atrás es si lo hacemos juntos", dijo el senador oficialista Esteban Bullrich al iniciar el debate. “Es falso que ordenar el Estado es ajustar oportunidades y es falso que los recursos del Estado son infinitos”, agregó.
El opositor Marcelo Fuentes cuestionó que “todo el presupuesto implica ajuste” y refleja la política económica del gobierno, consistente en “deuda más deuda... más fuga de capitales”.
“Tenemos el derecho de no acompañarlo” por constituir “un intento avasallamiento del mínimo de condiciones en que se vive”, afirmó Fuentes.
Miguel Ángel Pichetto, líder de un bloque de peronistas que decidió apoyar la iniciativa pero que ha comenzado a resquebrajarse por disidencias internas respecto al apoyo prestado al oficialismo, se mostró a favor de que el gobierno cuente con el presupuesto para poder gobernar. “El país está siendo observado por el FMI; yo no hubiera ido al Fondo (a solicitar un préstamo)) pero el presupuesto... es una cuestión imprescindible para un país medianamente viable”, afirmó a periodistas.
Los críticos señalan que el proyecto conllevará una caída del gasto en servicios sociales en términos reales debido a la inflación promedio proyectada de 34,8% en 2019, con importantes detrimentos en las áreas de educación, cultura y vivienda.
La iniciativa también es cuestionada porque incrementa el pago de los servicios de la deuda casi 50% y la recaudación tributaria un 39%.
Los diputados aprobaron el presupuesto un día antes de la reunión del directorio del FMI en la que se dio vía libre a un nuevo acuerdo crediticio para adelantar fondos a Argentina y tras enfrentamientos de manifestantes izquierdistas con la policía en la plaza ubicada frente al Congreso.
La iniciativa proyecta un dólar promedio de 40,10 pesos por unidad -el miércoles cotizaba a 37,10 pesos -una caída de la economía de 0,5% y una inflación de 23% al final del próximo año. El objetivo oficialista es pasar de un desequilibrio primario (antes del pago de intereses de deuda) del 2,6% del Producto Bruto Interno este año al déficit primario cero en 2019.
El oficialismo espera que el déficit de la cuenta corriente caiga a alrededor de 9.900 millones de dólares en 2019 desde los 22.400 millones de dólares estimados para 2018.
La situación económica y social se ha deteriorado en Argentina por una inflación que se prevé de al menos 44% para este año, una caída de la actividad y un incremento de la desocupación.