Expresidente hondureño critica persecución de familiares
TEGUCIGALPA, Honduras (AP) — El expresidente de Honduras, Porfirio Lobo, dijo el martes que el actual gobierno del país centroamericano pisotea su honor al presentar casos de corrupción contra su esposa y, más recientemente, su hermano.
La semana pasada, los fiscales acusaron a Ramón Lobo, de 91 años, de embolsarse unos 300.000 dólares que el gobierno había pagado a soldados que lo protegían en su rancho al norte de la capital.
Las autoridades también arrestaron a Wilfredo Cerrato, un administrador presidencial durante el periodo de Lobo que ahora representa a Honduras en el Parlamento Centroamericano. Cerrato supuestamente entregó cheques a Ramón Lobo.
La esposa de Porfirio Lobo está detenida desde febrero bajo cargos de malversar 700.000 dólares de fondos públicos. Su hijo, Fabio, fue sentenciado en Estados Unidos el año pasado a 24 años en prisión por narcotráfico.
“Los que dirigen esta nación están permitiendo que se violen mis derechos humanos y se pisotee mi dignidad”, dijo Porfirio Lobo. “Todo es un show, una trama, para desviar la atención pública de los sonados casos de corrupción del gobierno”.
Una misión anticorrupción internacional con apoyo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) trabaja con los fiscales hondureños. En junio, los fiscales anunciaron una investigación a los fondos públicos que supuestamente fueron malversados en la campaña de 2013 del presidente Juan Orlando Hernández.
Los cargos contra el hermano de Lobo podrían ser la última gota en la deteriorada relación con su sucesor, Hernández.
“Es claro que Lobo está molesto con el presidente Hernández, a quien califica de desleal”, dijo el analista político, Raúl Pineda Alvarado.
Hernández intenta apuntalar su reputación internacional como paladín anticorrupción al ir tras alguien de su propio partido con un apellido conocido como Lobo, agregó.
Lobo fue mentor de Hernández y supervisó su llegada al poder con el Partido Nacional. Hernández fue reelegido para un segundo periodo el año pasado en una contienda cerrada.
Miles de migrantes hondureños que han viajado hacia la frontera con Estados Unidos en varias caravanas durante el último mes, se han quejado de una economía que no les permite apoyar a sus familias y una pandilla criminal opresiva. Con frecuencia, culpan al gobierno de Hernández por sus dificultades.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, ha amenazado con suspender el apoyo a Honduras si Hernández no evita que sus ciudadanos emigren.