Cristiana absuelta de blasfemia sale de penal en Pakistán

ISLAMABAD (AP) — Una mujer cristiana paquistaní absuelta de blasfemia salió en libertad tras ocho años en el pabellón de los condenados a muerte, pero su paradero era un secreto celosamente guardado el jueves, debido a que extremistas islámicos exigen que sea ejecutada públicamente.

Asia Bibi estaba con su familia y bajo fuertes medidas de seguridad, luego de ser trasladada a Islamabad durante la noche desde su celda en la prisión del sur de Punjab, lo que generó expectativas de su inminente partida del país.

El Parlamento Europeo ofreció protección a Bibi y su familia, pero por el momento seguía en Pakistán, según dos personas familiarizadas con su paradero que insistieron en hablar bajo condición de anonimato por temor a su seguridad.

El ministro de Información, Fawad Chaudhry, confirmó luego que Bibi se encontraba en Pakistán.

Los extremistas religiosos exigen la ejecución tanto de Bibi como de los tres jueces de la Corte Suprema que la absolvieron la semana pasada.

Luego de la absolución, el partido islamista Tehreek-e-Labbaik realizó tres días de protestas masivas que paralizaron el país.

Decenas de manifestantes fueron arrestados por dañar vehículos y otras propiedades durante las manifestaciones y trascendió que se congelaron las cuentas bancarias de algunos dirigentes del partido.

Las manifestaciones cesaron cuando el gobierno del primer ministro Imran Khan prometió que una corte estudiaría una moción de anular la absolución y prohibiría a Bibi salir del país.

Una carta del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, invitó a la familia a Europa. The Associated Press pudo ver una copia del documento, que dice que el Parlamento "está sumamente preocupado por su seguridad y la de su familia debido a la violencia de elementos extremistas en Pakistán".

Las penas de Bibi comenzaron un día tórrido de 2009, cuando la trabajadora rural de 54 años y madre de cinco hijos fue a buscar agua. Tuvo una discusión con dos compañeras de trabajo que se negaron a beber del mismo cántaro que una cristiana y casi una semana después dijeron que había insultado al profeta Mahoma.

Fue acusada de blasfemia, un cargo que conlleva la pena de muerte. En 2010, Bibi fue condenada a la pena capital.

Su caso tuvo repercusión mundial, con fuertes críticas a la ley paquistaní contra la blasfemia.