Historia, Trump y partidismo chocan en Georgia
ATLANTA (AP) — Romper barreras raciales con una demócrata liberal, votar por un republicano pro Trump o soportar cuatro semanas más de una amarga campaña por gobernador de Georgia.
Esas son las opciones que enfrentan el martes los votantes del estado, cuando el republicano Brian Kemp y la demócrata Stacy Adams se enfrentan en una de las contiendas más seguidas en las elecciones del 2018.
Abrams es una abogada, ex legisladora y escritora de 44 años que sería la primera mujer negra en la historia de Estados Unidos en ser elegida gobernadora de un estado y la primera persona no blanca en ser gobernadora en Georgia. Y ha hecho historia como la primera mujer negra en ser candidata a gobernadora por uno de los dos partidos.
Kemp es un empresario de 54 años y secretario de estado que busca mantener el control republicano de un estado que se está volviendo cada vez más disputado debido a su creciente diversidad. Los republicanos han ganado todas las elecciones a gobernador desde el 2002.
Ambos candidatos han presentado la contienda como una batalla por el alma de Georgia, una batalla tan intensa que las votaciones adelantadas se han acercado a los totales de la elección hace cuatro años. La ley en Georgia requiere una mayoría para ganar, por lo que la presencia de un candidato en las boletas pudiera forzar una segunda vuelta el 4 de diciembre.
Añadiendo tensión al drama, los votantes estaban depositando sus boletas en medio de una disputa sobre el manejo por Kemp del sistema electoral como actual secretario de estado, lo que deja las puertas abiertas para que los perdedores n acepten calmadamente el resultado.
"No ha habido un momento en que el estado de Georgia ha tenido más en juego que en esta contienda”, les dijo Kemp a partidarios en uno de sus eventos de campaña antes de la apertura de las casillas.
En los días previos, Kemp disfrutó del respaldo directo de Trump, en un evento el domingo que atrajo a miles de republicanos al centro de Georgia para ver al presidente bajarse del avión presidencial y pedirles su apoyo al candidato del partido.
Abrams, entretanto, continuó como lo ha hecho en toda la campaña, apuntando a la importancia histórica pero argumentando también que la elección debe ser sobre algo más. “No quiero que voten por mí porque soy negra”, les dijo a partidarios en Savannah el lunes. “Y nadie en las boletas necesita un voto porque somos mujeres. Y ni siquiera quiero que voten por nosotros porque somos demócratas. Quiero que voten por nosotros porque somos mejores”.
Kemp y grupos republicanos han fustigado a Abrams como extremista con respaldo de “socialistas” que, de acuerdo con Kemp, “quieren convertir Georgia en California”.
Abrams critica a Kemp como arquitecto de la supresión de votos” por la forma en que ha decidido hacer cumplir las leyes electorales federales y del estado.