Junta federal aprueba nuevo plan fiscal para Puerto Rico
SAN JUAN (AP) — Una junta federal de control aprobó el martes un plan quinquenal para Puerto Rico a pesar de que el gobernador Ricardo Rosselló advirtió que es demasiado austero y afectará servicios públicos.
El plan económico aspira a sacar el territorio estadounidense de la crisis económica tras 12 años de recesión y la devastación provocada el año pasado por el huracán María.
El plan calcula que 82.000 millones de dólares de fondos del gobierno para recuperarse del huracán estimularán la economía de la isla.
Sin embargo, el presidente Donald Trump tuiteó que “la cifra ridículamente alta de fondos” no se puede utilizar para pagar deuda. Es lo que intentan hacer los “políticos ineptos” de la isla, añadió.
La directora ejecutiva de la junta, Natalie Jaresko, dijo que los fondos no están asignados a pagos de la deuda ni para determinar superávits o déficits presupuestarios, sino que ayudarán a estimular la economía de la isla.
En la audiencia pública realizada el martes, los miembros de la junta advirtieron que la economía puertorriqueña se debilitará a largo plazo si el gobierno no aplica reformas fiscales y laborales, como reducir las prestaciones y tasas de impuestos para empleados, y aceptar a empleados independientes. Esto permitiría a compañías privadas despedir a empleados en cualquier momento sin explicación.
“Es un reconocimiento de que las políticas han fracasado”, dijo Andrew Biggs, uno de los miembros de la junta, sobre el plan. "Puerto Rico seguirá siendo pobre en el futuro... Cuando yo regrese a Washington, lo que contaré no será una historia del éxito de la junta, sino del hecho de que el gobierno no es capaz o no está dispuesto a hacer lo necesario”.
Los comentarios provocaron un tenso intercambio entre miembros de la junta y Christian Sobrino, representante del gobierno puertorriqueño.
"Hemos logrado mucho, pero una reforma laboral no puede ser la panacea de todos los problemas", dijo Sobrino y añadió que los recortes sólo complicarán al gobierno local cumplir con las metas fijadas.
Agregó que el gobierno presentará propuestas para modificar el plan, afirmando que sus proyecciones son irrealistas. "No nos presionarán hacia el fracaso”, dijo.
El plan fiscal anticipa un aumento de 6% en los ingresos fiscales y un descenso de 7% en los egresos para este año fiscal. Además, calcula un superávit de 17.000 millones de dólares, luego que el gobierno cerró la semana pasada un acuerdo con tenedores de bonos soberanos de Puerto Rico, un pacto que representa 24% de la deuda de la isla.
El plan también estipula un recorte de 30% al financiamiento de servicios públicos y uno de 10% al sistema público de pensiones, cuyos pasivos ascienden a casi 50.000 millones de dólares.
Algunos de los miembros del público criticaron a la junta por aprobar el plan.
“Nos están poniendo unas realidades que nos están ahorcando”, dijo Jesús Soto, estudiante de la Universidad de Puerto Rico. “Yo he sabido lo que es no poder pagar renta, no tener el dinero para pagar gasolina”.
Rosselló dijo que su administración ha realizado varios cambios, incluso unos que facilitarán hacer negocios en Puerto Rico, para reformar el sistema educativo de la isla y para privatizar la producción de electricidad. La administración ha llegado a acuerdos con varios acreedores y las medidas de austeridad incluidas en el plan fiscal son innecesarias, agregó.
“La junta ha cambiado totalmente su enfoque y su filosofía, esto simplemente no es justo”, declaró.