Romario exhibe su carisma en busca de la gobernaci?n de Río
RÍO DE JANEIRO (AP) Veinte y cuatro años después de desfilar por las calles de Brasil alzando el trofeo del Mundial, Romario ha vuelto a bailar desde la parte trasera de camionetas. Esta vez, hace campaña para ser el próximo gobernador del estado de Río de Janeiro.
Evocar su carrera es algo normal para uno de los mejores jugadores en un país donde el fútbol es el deporte rey.
Gracias a su fama, Romario Faria de Souza incursionó en la política, con un primer mandato como diputado y luego otro como senador.
Ahora tiene en la mira un mayor objetivo: la administración de un estado sumido en crisis política, finanzas y seguridad desde el final de los Juegos Olímpicos de Verano de 2016.
Romario, de 52, se sumó un nuevo partido centrista: Podemos.
Según encuestas, el ex delantero de la selección nacional y del Barcelona quedará segundo detrás del ex alcalde de Río Eduardo Paes, quien estuvo al frente de la ciudad durante los Juegos, y obligaría una segunda vuelta el 28 de octubre. La segunda vuelta sería necesaria si ninguno de los 11 candidatos obtiene al menos el 50 por ciento de los votos.
El jueves, en una de sus últimos actos proselitistas, el carismático O Baixinho (El Bajito) hizo gala de su popularidad en dos de los favelas más violentas de Río.
Todo político que quiera visita Mare y Complexo do Alemao debe recibir el visto bueno de los barones de la droga que mandan en las favelas.
"¿Quién podría decirle no a este individuo?, dijo Rodrigo Alves, un vendedor de 34 años y firme simpatizante de Romario, quien nació en la favela de Vila da Penha en el norte de Río.
"Fíjese en todo Mare y se dará cuenta: no hay anuncios, afiches o pancartas de sus adversarios. Solo los de Romario. ¿A qué se debe eso?.
Mientras Romario recorría las favelas con Bebeto legislador en el estado de Río y ex compañero de la selección jóvenes y adultos corrían cerca de su camioneta. Era la misma escena de sus tiempos de futbolista. Las mujeres le lanzaban besos desde los improvisados balcones y hombres armados con fusiles saludaban.
En un momento poco favorable para ser político en Brasil, sus seguidos cantaban el tema musical de su campaña y exhibían sus carteles. Romario se enfoca más en eslóganes contra la corrupción en lugar de propuestas concretas. Pero son pocos los votantes interesados en su corriente política.
La gente de Río necesita de alguien que sí le importa, dice la letra de una de las canciones de Romario. Es alguien que el pueblo conoce. Tiene el coraje para cambia a Río. Está listo para este reto.
En Complexo do Alemao, Romario habló con la prensa mientras la gente le pedía autógrafos.
"Vamos a poner más policías en las calles. Estoy convencido que vamos a reducir los robos, dijo con un tono que no se distingue mucho del de los demás políticos.
¿El problema de sus rivales? Ninguno marcó goles en la Copa del Mundo.